• Cameron Díaz interpreta a la joven y ambiciosa propietaria del equipo quien es capaz de tomar cualquier tipo de decisiones para lograr un beneficio económico. Decisiones que van en contra de la afición, tratando de llevarse el equipo a otra ciudad. Decisiones que van en contra de sus propios jugadores manipulando los partes médicos para que jueguen los que le interesan aunque tengan el riesgo de lesionarse de por vida o para que no jueguen los que deben dejar paso a las jóvenes estrellas. Decisiones que van en contra del equipo sustituyendo a un buen entrenador, un clásico que sabe comprender a los jugadores, por uno peor, pero más mediático, más acorde con la imagen que busca para el equipo.
• Un recientemente descubierto Jamie Foxx, que con esta película se abrió las puertas de Hollywood, que se mete en la piel de un joven jugador que tiene su oportunidad y pasa de la noche a la mañana, de ser un don nadie a ser la estrella del equipo. Un ejemplo de cómo el ego puede destrozar un equipo, de cómo las estrellas por muy buenas y mediáticas que sean, cuando sólo piensan en ellos mismos, en sus bonus, en sus patrocinadores, en su imagen, son un lastre carísimo para el grupo.
• Dennis Quaid es el veterano quarterback que ve como su carrera deportiva toca a su fin, y aunque él lo acepta con resignación, su entorno le presiona sin escrúpulos para que juegue todo el tiempo posible, ya que por supuesto viven de él, y en el momento que se retire se les acabó la gallina de los huevos de oro.
• Al Pacino, el veterano entrenador. Curtido en mil batallas, en mil partidos, probablemente con una imagen no moderna, pero con una gran habilidad para gestionar y motivar a las personas. Un líder con personalidad, que habla con su gente, que se esfuerza y trata de comprender a unas nuevas generaciones que chocan frontalmente con sus principios. Una persona que a pesar confesar haber “cometido todos los errores que un hombre de mediana edad puede cometer”, es capaz de mantener sus valores frente a la presidencia torticera, a los medios manipuladores y a los entornos interesados.
En definitiva, una película muy actual (¿No os suena a situaciones muy recientes de algún gran equipo?), que a los que nos gusta el deporte no enseña lo sucio del deporte profesional y lo maravilloso de la esencia del deporte, del equipo. Si alguno no la habéis visto, os recomiendo que no os la perdáis, sin duda es una de mis favoritas de mi colección de películas de deporte. Para que la recordéis los que sí la habéis visto, os dejo el fragmento de la charla que da Al Pacino a su equipo antes del último partido, que es una reflexión increíble para equipos que tienen problemas: “Ahora o nos curamos como equipo, o moriremos como personas”
¡Se me ponen los pelos como escarpias!
9 comentarios:
Bastante mejor película de lo que parece. Aparte de dirección, montaje y fotografía, aspectos técnicos, la forma de ver cómo es el deporte profesional estadounidense es cruel y a la vez real.
Buena elección.
Almanzor, ¿Tú crees que lo que cuenta sólo es la realidad del deporte profesional estaduniedense? ¿No crees que en España, Francia, Ingleterra... en todos los países y deportes que mueven mucho dinero es así?
Está claro que el deporte profesional europeo está igual de retratado en esta película que el estadounidense, pero también hay que tener en cuenta que el deporte profesional americano tiene otros vicios que no los hay en Europa.
El hecho de que no existan descensos de categorías resta competitividad y aumenta la búsqueda de beneficio económico, algo que en Europa es impensable para clubes de clase media-baja. Aquí, un presidente abandonará el club cuando vea que la situación deportiva es irreparable; allí lo hará cuando la franquicia pierda dinero.
Dicho esto, se me vienen a la cabeza nombres fáciles de recordar por todos de determinados clubes de determinado deporte a los que comprar con los protagonistas de la película.
Saludos
me comentan que Pellegrini ha empleado la frase de marras de Al pacino en la rueda de prensa hoy: "Ahora o nos curamos como equipo, o moriremos como personas".
El paralelismo con el RM de FP no puede ser mayor.
El presidente de un club no debería de inmiscuirse tanto, y es fundamental tener un entrenador del talante que cuenta Eugenio en el post. Pero hay veces que se tiene y se le menosprecia, como sucedió con Del Bosque
Gran post, buena película, aunque me quedo con Titanes; en otro esclafón, Friday Night Lights
Así de memoria, Hoosiers (Más que Ídolos) con Gene Hackman y Dennis Hopper, Blue Chips (Ganar de cualquier manera) con Nick Nolte y Shaquille O'Neal (además de Penny Hardaway, Larry Bird, Rick Pitino...) y He got game (Una mala jugada) con Denzel Washington y Ray Allen (y varios cameos de jugadores y entrenadores).
Almanzor, es cierto las diferencias que apuntas, pero yo creo que eso complica aún más el modelo ya que los Presidentes tienen que hacer elecciones cada 4 años, lo que les hace tomar decisiones populistas en contra muchas veces de los intereses del propio club, sobre todo en contra de sus cuentas.
Por otro lado es normal que en Europa se vaya por los resultados deportivos, ya que casi ningún club tiene resultados económicos positivos.
Eduardo, cierto es el paralelismo con el actual Real Madrid, y con la salida de Del Bosque.
En muchas organizaciones e prescinde del talento senior, de forma indiscriminada, por el tópico de "no estar al día".
Titanes es una gran película deportiva, habrá que hablar de ella, otro día. Friday Night Lights es una de las pocas series sobre deporte que, sobre todo la primera temporada, y muy especialmente el primer capítulo dirigido por Peter Berg, saben transmitir la emoción del deporte y den trabajo en equipo.
Bend3r, conozco todas las que comentas, menos "Una mala jugada" ¿Qué tal es?
De las otras Hoosiers me gusta mucho, pero Blue Chip me pareció un poco floja.
Una mala jugada a veces es demasiado Spike Lee, con escenas un poco oníricas y tal, pero a mí me gustó. Ray Allen lo hace genial y Denzel Washington, en su línea, enorme. Te la recomiendo.
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