¿Cuándo en la historia de un deporte en este país hemos tenido a tantos jugadores en la élite mundial, como ocurre en la actualidad con nuestro baloncesto, a quien la NBA no quita ojo ni un momento? Primero Pau jugando la final de la NBA, Calderón enseñando lo que es un jugador con mentalidad de equipo, Marc consiguiendo ser el primer español que debuta como titular, Sergio, Garbajosa... y ahora el espectáculo de Rudy llega al concurso de mates del All Star.
Todos ellos son unos extraordinarios jugadores pero ese no ha sido su secreto. El talento sin duda ayuda pero no es suficiente. Todos tenemos en la memoria ejemplos de deportistas que han sido denominados por la prensa como "los mejores del mundo" y en poco tiempo han dejado de rendir para sus equipos y han tenido que salir por la puerta de atrás.
Pero nuestros ÑBA son de otra pasta y en gran parte la "escuela" de la Selección Española ha tenido mucho que ver, ya que jugando en ese maravilloso equipo han aprendido unos valores que, combinados con su gran calidad técnica, les han llevado a los más alto: compromiso, humildad, generosidad, entrega, etc.
Los valores de estos jugadores les hace diferentes, atractivos y especialmente valiosos para sus equipos.
¿Es posible que en la empresa de hoy se vivan valores como estos? ¿Es interesante para las empresas trabajar para conseguirlo?
Todos ellos son unos extraordinarios jugadores pero ese no ha sido su secreto. El talento sin duda ayuda pero no es suficiente. Todos tenemos en la memoria ejemplos de deportistas que han sido denominados por la prensa como "los mejores del mundo" y en poco tiempo han dejado de rendir para sus equipos y han tenido que salir por la puerta de atrás.
Pero nuestros ÑBA son de otra pasta y en gran parte la "escuela" de la Selección Española ha tenido mucho que ver, ya que jugando en ese maravilloso equipo han aprendido unos valores que, combinados con su gran calidad técnica, les han llevado a los más alto: compromiso, humildad, generosidad, entrega, etc.
Los valores de estos jugadores les hace diferentes, atractivos y especialmente valiosos para sus equipos.
¿Es posible que en la empresa de hoy se vivan valores como estos? ¿Es interesante para las empresas trabajar para conseguirlo?
6 comentarios:
No sé si es posible vivirlos con la misma intensidad que tú los has vivido en las competiciones que has jugado, pero desde luego sí que es igual de importante que se vivan.
La falta de valores que hoy guía muchas organizaciones afecta directamente a su cuenta de resultados y cuando las cosas van mal afecta a mucha más gente como hemos visto recientemente en los casos de Lehman Brothers donde los directivo cobraron unos bonus de escándalo el año antes de quebrar una compañía de más de 150 años de antigüedad.
El reto de las organizaciones no es definirlos, la mayoría los tiene colgados en marcos preciosos en sus salas, sino como dice Lolo, el que se vivan, y de verdad guíen los actos y las decisiones de sus profesionales.
¿Qué es la cultura de una organización? Son una serie de valores que subyacen y que determinan los comportamientos. Los valores (la cultura) se crea desde arriba, ¿Cómo? Predicando con el ejemplo. Como me decía un directivo en una ocasión: "No se puede predicar austeridad y luego ir a hoteles de cinco estrellas".
Lo decía Albert Schweitzer: "El ejemplo no es una de las maneras de influir en los demás, es la única". James O´Toole afirmaba: "El 95% de los directivos dicen lo correcto pero sólo el 5% lo hace".
Paco tiene razón el ejemplo es la herramienta de trasformación más poderosa, ya que nuestro cerebro viene preparado para ello. Hay una parte compuesta por las llamadas neuronas espejo que replica en nuestro cerebro todo aquello que ve. Es el mecanismo por el cual los niños son capaces de aprender tantas cosas en tan poco tiempo (movimientos, lenguajes, comportamientos, etc.).
Esto pone sin duda al lider en el centro del debate. Organizaciones sin valores son la consecuencia de líderes sin valores.
Me ha gustado esa frase: "Organizaciones sin valores, líderes sin valores". La comparto.
Todos necesitamos modelos de referencia, y la Alta Dirección, por su experiencia, posición, etc. es siempre un referente para los empleados.
Hay una frase que me gusta decir: "Si se vive entre codornices es muy difícil aprender a volar como las águilas".
Es posible que además del liderazgo y la cultura desde un punto de vista organizacional hayan confluido otros aspectos aquí. Y quiero ahora acordarme de la supraestructura que fue introducida por Marx. En un pensamiento netamente materialista, quizá la supraestructura de nuestro país ha propiciado este y otros florecimientos deportivos... La cultura, el ordenamiento jurídico, la fortaleza y estabilidad de las instituciones, todos los elementos que conforman y rigen nuestro día a día se presentan como elementos habilitadores y multiplicadores de las capacidades de nuestros deportistas... Es posible que esto escape al control del directivo, pero no hay que perder nunca la visión de la empresa (o el grupo) como un sistema.
"¿Es posible que en la empresa de hoy se vivan valores como estos?¿Es interesante para las empresas trabajar para conseguirlo?"
1. No. 2. Debería ser así.
En la empresa de hoy día el único valor que se fomenta es la cuenta de resultados. El corto plazo se ha hecho amo y señor de todo. La selección española de baloncesto es un ejemplo (EL EJEMPLO) de unión, compañerismo y compromiso. Desde fuera se intuye que los jugadores creen que si gana el equipo, ganan ellos. ¿Eso es así en las organizaciones actuales? Me temo que no. Mi propia experiencia y la de muchas personas con las que he tenido la oportunidad de hablar al respecto apunta a todo lo contrario: "no soy parte de la gloria, sí del fracaso". En ese contexto valores como el compromiso y la entrega se diluyen y queda, en el mejor de los casos, la profesionalidad del empleado. El éxito en el deporte es gloria para el equipo y para el jugador, algo que en la selección de baloncesto ha calado. Ahí están los resultados. El éxito de la empresa ¿aporta gloria al empleado?
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