En una de las mejores ligas del mundo es habitual que el foco siempre se centre en las grandes estrellas mediáticas como CR, Messi, o en el capítulo de los entrenadores en Guardiola, o en quien entrene al Barça o al Real Madrid. Pero veinte plantillas dan para mucho y, con el buen nivel que hay en la LFP española, esconden grandes tesoros, que renuncian a su imagen pública centrándose "simplemente" en ser buenos profesionales.
Uno de esos diamantes callados, es a mi entender Gregorio Manzano, y lo está demostrando una vez más en el Mallorca. El club isleño tiene posibilidades en la última jornada de liga de conseguir una plaza para la Champions, siempre y cuando ganen al Espanyol y el Sevilla, eso sí, pierda ante el Almería. Unas cábalas no muy sencillas pero en cualquier caso, un grandísimo triunfo para un club que esta temporada empezó con muchos problemas internos, con escándalos, con medio equipo nuevo, sustituyendo además jugadores como Jurado o Arango por otros de un perfil técnico, al menos sobre el papel, inferior. Mucho se le ha preguntado por la diferencia de calidad de la plantilla con respecto a la temporada pasada, pero Manzano nunca dejo sentir eso a su equipo “La pasada campaña teníamos un corte de juego más técnico y combinativo. Estaban Cléber Santana, Jurado y Arango, por decir algunos, que eran distintos a los que tenemos hoy, que forman un equipo mucho más físico, más de trabajo colectivo que de trabajo individual. Ahora jugamos con otras bazas”.
¿Cuál es su secreto? Un arte especial para adaptarse a las circunstancias, para positivizar y para crear equipo, sobre todo eso, porque Manzano es un gran creador de equipos. En sus propias palabras “En todos los equipos que he entrenado he intentado crearles una dinámica de estabilidad, de confianza y de superación. Intento convencer a los jugadores de que pueden hacer mucho más de lo que en potencia tienen. Los resultados nos están acompañado y el equipo ha ido creciendo en autoestima y confianza”.
Además hay un hecho que complica aún más la situación de la plantilla mallorquina, y que evidencia más todavía la talla de Manzano como líder: el equipo a día de hoy todavía no ha cobrado parte de sus fichas correspondientes a la temporada pasada.
Pero estas circunstancias no han amilanado en ningún momento al técnico jienense quien ha conseguido un pequeño milagro manteniendo al Mallorca en puestos de competiciones europeas durante toda la temporada, ¡desde la primera jornada!
Un gran ejemplo de cómo un verdadero líder, con humildad y constancia, con saber hacer y sin aspavientos, ha conseguido que un grupo de personas normales, con motivos para no querer entregarse, como es el vil metal, se hayan convertido en un verdadero equipo que consigue resultados muy por encima de sus posibilidades teóricas, según decían los entendidos a principios de temporada.
Cuando llega el líder, aparece el equipo, y Manzano sin los focos de Guardiola o Pellegrini, lo ha demostrado. Ojalá que consiga en esta última jornada poner un broche de oro a un pequeño gran milagro de gestión de personas.
1 comentario:
Manzano, vente pa´l Madrid…
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