martes, 23 de noviembre de 2010

Bobby Charlton y Duncan Edwards


Parece ser que, por fin, van a hacer una película sobre los Busy Babes, tal y como consta en el Blog de Carlos Marañón en Cinemanía... La película, que en realidad será un telefilme producido por la BBC, llevará por título: United (The Busby Babes and The Munich Air Crash). Este hecho, me lleva a volver a reflexionar sobre los destinos contrapuestos de los dos exponentes máximos de aquella generación: Duncan Edwards y Bobby Charlton.
El determinismo es una teoría que supone que la evolución de los fenómenos naturales está por completo establecida de antemano. Según los defensores de esta teoría, el azar no jugaría un papel fundamental en nuestra circunstancia, ni el libre albedrío humano sería un modificador de nuestros actos. Atendiendo pues a estos filósofos, Sir Bobby Charlton habría nacido para ganar la Copa del Mundo, y no para morir en un aeropuerto de Munich.
Charlton nació en Northumberland en 1937. Con diecisiete años se incorporó a la disciplina del Manchester United. Allí, junto con otros compañeros de su edad, entre los que destacaba Duncan Edwards, formaron un conjunto extraordinario bajo las órdenes de Mister Busby. Edwards era la estrella. Sin embargo, su destino no era el triunfo pleno. El de Charlton sí.
En la Copa de Europa de 1957/58 los cuartos de final emparejaron al United con el Estrella Roja de Belgrado. El encuentro de vuelta, que terminó con un 3-3, suponía que los ingleses alcanzaban por segundo año consecutivo las semifinales. El vuelo de vuelta a las islas hizo escala en Munich. Allí, Charlton y Viollet cambiaron sus asientos por los de Taylor y Pegg. El avión se dispuso a despegar. Nunca lo logró. Chocó contra una casa y se partió por la mitad.
En la escena del desastre, el portero Harry Gregg comenzó a rescatar compañeros del avión. Salvó a Charlton y a Viollet, luego volvió a por Mr. Busby y Blanchflower. Y también rescató a una mujer, Vera Lukic y su hija, Venona. Sin embargo, 23 personas perdieron la vida en aquel día. Entre ellos, Duncan Edwards, que resistió a su destino unos pocos días. También perecieron Taylor y Pegg, que habían permutado sus asientos por los de Charlton y Viollet en busca de la aparente seguridad que proporcionaba la cola del avión.
Para Busby, Edwards era el mejor jugador del mundo, Charlton declaró que Edwards era el único jugador que le hacía sentirse inferior. Sin embargo, Charlton estaba llamado a alcanzar los mayores triunfos que un futbolista inglés ha conseguido hasta el momento. En 1966, Bobby Charlton acaudilló la selección de Alf Ramsey hacia la victoria en la Copa del Mundo. Allí compartió el triunfo con Gordon Banks, Bobby Moore, Nobby Stiles, Geoff Hurst y su hermano Jackie, entre otros. Muchos pensaron que aquella Copa Jules Rimet que alzó Moore en Wembley debía haberla recogido Duncan Edwards... Dos años más tarde, en 1968, Charlton fue el artífice de la primera Copa de Europa de un club inglés, el United.
Bobby Charlton se retiró de la selección después de la eliminación en el Mundial de 1970 por parte de Alemania. Aquel es recordado aún como uno de los mejores partidos de la historia de los mundiales. Abandonó también el United en 1973 tras algunos años de decadencia y conflictos con las otras estrellas del equipo: el norirlandés George Best y el escocés Dennis Law. En la actualidad, Bobby Charlton forma parte del staff directivo de los de Old Trafford.
La tragedia de Munich es aún recordada por los aficionados. El gran Morrissey, que no había nacido aún cuando se produjo el desastre, recuerda a los caídos en una de sus últimas canciones: “Les echamos de menos, cada noche les besamos. Sus caras están grabadas en nuestras mentes. Me gustaría haber caído con ellos”. Ahora, tendremos también la película... Es emocionante ver y oir cómo los aficionados del Manchester recuerdan, más de cincuenta años después, a los Busy Babes: Forever and ever, We'll follow the boys. Of Man United - The Busby babes!

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