miércoles, 11 de febrero de 2009

El jefe perfecto


"Pienso que se puede saber mucho de una persona por la forma en que juega al baloncesto". La frase es de Barack Obama, otrora conocido como 'Barry O'Bomber' con el 23 a la espalda del Hawaii's Punahou High School. No le falta razón. El baloncesto, como hemos explicado en 'Basuketoboru', es el deporte de equipo por excelencia y del que más y mejores valores se pueden aprender y aplicar al mundo de la empresa.

También se puede saber cómo es un jefe en función de cómo se comporta en el banquillo y cómo es su filosofía:
1. Dusko Ivanovic. Convierte a sus jugadores en atletas, siempre demanda la perfección y no para de gritar, gesticular y quejarse en el banquillo. Nunca se queja de las bajas ni las pone como excusa. Los bases son los que más le sufren y ven limitada su creatividad. Cuando cogen el balón siempre le mirán para ver qué jugada ordenan.
2. Aíto García Reneses. Otro creador de atletas y que lleva la rotación en los partidos al paroxismo con actuaciones de apenas 90 segundos y descanso para volver a salir dos minutos más etc etc. Saca el máximo rendimiento de jugadores medianos o mediocres y siempre ha apostado por los jóvenes cuando no eran conocidos: Pau, Navarro, Rudy, Ricky etc. La duda es si este sistema sirve para todos los equipos y jugadores. En la selección, pese a la plata olímpica, quedó claro que no.
3. Sergio Scariolo. Seguramente el mejor entrenador de Europa y ahora seleccionador de España. Un auténtico estudioso de la materia hasta límites insospechados. Calculador, estratega, le gusta tener todo bajo control... algo que le ha traido problemas históricamente con los jefes por su afán de querer siempre lo mejor. Su reto ahora es saber reconvertirse y amoldarse al grupo de la selección, "el mejor grupo de jugadores que jamás tendré".
4. Boza Maljkovic. Pionero en muchos aspectos, explotó mejor que nadie el basket control (término del que reniega e incluso odia que le atribuyan) con un equipo limitadísimo como el Limoges para proclamarse campeón de la Euroliga. En aquella época analizó los recursos que tenía y los explotó sabiamente. El paso de los años le pasó factura. No supo reciclarse.
5. Pepu Hernández. Tras una vida en el Estudiantes, con pocos recursos aunque viviendo por encima de lo permitido, le llegó el éxito con la Selección española de baloncesto al frente de un equipo histórico repleto de talento: oro en el Mundial de Japón'06 y plata en el Europeo'07. Supo captar lo que necesitaba ese grupo: libertad dentro de un órden y unas consignas básicas para hacer funcionar todo bajo unas premisas que se basaban en el respeto y la confianza.
6. Joan Plaza. Precursor y responsable directamente de la nueva moda: apostar por los entrenadores asistentes de perfil bajo (ej: Plaza en el Madrid, Xavi Pascual en el Barça, Sito Alonso en la Penya...). Le llegó el cargo casi por descarte pero supo aprovechar la oportunidad aplicando el aprendizaje previo junto a los mejores (Nolis, Comas, Aito, Maljkovic).
7. Phil Jackson. Sus nueve anillos de campeón de la NBA le sitúan como uno de los mejores de la historia junto al mítico Red Auerbach. Los más críticos destacan que siempre ha ganado los títulos teniendo al mejor jugador del momento (Jordan-Piipen en los Bulls y Kobe-Shaq en los Lakers) y a un gran equipo. Es verdad, pero lo más destacable de Jackson es su sabiduría a la hora de rodearse de los mejores ayudantes y su inquietud por formar al jugador y a la persona regalándoles libros ect. por una creencia acertada: cuanto más culto/listo seas fuera de la cancha, mejor para jugar dentro.


La pregunta ahora es quién es el entrenador perfecto y el jefe ideal. Seguramente habrá que coger lo mejor de cada uno, pero siempre he pensado que el mejor jefe es ese que te exije pero que delega en tí y te defiende mostrando una confianza ciega y absoluta. Esta semana, Marca publicaba una entrevista con Jorge Garbajosa, jugador de la selección y del Khimki ruso donde coincide con Scariolo, y dejaba, como siempre, interesantes reflexiones:
1. "Ser un líder no es pegar cuatro gritos, sino predicar con el ejemplo. Si hay que currar más, tienes que ser el primero, y si hay que hacer 10 sprints más, has de ser el primero de la fila. En los momentos importantes tienes que ser el primero en dar un paso al frente".
2. "El que no te exige no te hace mejorar".

12 comentarios:

FAH dijo...

Fantástico post Eduardo. La frase de Jorge Garbajosa es muy buena y cierta: "El que no te exige no te hace mejorar".

No obstante, tengo dudas respecto a lo que dices que el baloncesto "es el deporte del que se pueden extraer más y mejores lecciones".

En alguna ocasión que me han preguntado respecto a esta cuestión y he dicho respecto al fútbo que:

1. No es lo mismo gestionar un equipo de 5 titulares que de 11. La complejidad me parece mayor en este último caso.

2. El baloncesto se juega en un terreno pequeño y donde existen tiempos muertos. Ambas cosas facilitan mucho la "comunicación" entre entrenador-jugadores, y la comunicación es esencial en la gestión de equipos. Esto es mucho más difícil en un campo de fútbol.

Salu2.

Unknown dijo...

Respecto a la reflexión de Eduardo coincido en casi todo, pero que no sirva de precedente, pero donde quiero profundizar es en la reflexión de Garbajosa sobre el ejemplo.

Esa es la mejor herramienta de un lider. Estar al frente de la manifestación. Demostrar con hechos cómo debe ser las cosas. Nuestro cerebro viene preparado para ello, las neuronas espejo estan diseñadas para reproducir en nuestra cabeza todo aquello que vemos. Si vemos a un pistolero desenfundar en nuestro cerebro se activan las mismas zonas que si lo estuvieramos haciendo nostros.
Por eso los defectos de nuestros equipos son el reflejo de nuestros errores como líder.

Unknown dijo...

Respecto ala divertida discursiónde si Fúbol o baloncesto, no puedo por menos que participar animadamente.

Yo creoq ue sin duda el baloncesto es el deporte de equipo perfecto, y el que mejor refleja la realidad de actual de las empresas: tienes unos recursos limiados, si quieres tienes capacidad de gestión sobre ellos (cambios, tiempos, etc.), se necesita el apoyo de todos constantemente (en ataque, en defensa e incluso en el banquillo), la implicación de todos los miembros hasta que suena el silbato es posible y determinante, la comunicación es una herramiemnta fundamental (las jugadas del base, las indicaciones del entrenador, los tiempos muertos, etc.), la riqueza de la estrategia (previa y sobre todo durante), la innovación tan necesaria y buscada en las empresas (el baloncesto se reinventa permanentemente linea de tres, cuatro cuartos, cpo de faltas, etc.)...

Bueno, aquí va mim primera andanada, furbolero ;-)

José Ignacio Rivero dijo...

El baloncesto es un magnifico escaparate para visualizar valores, comportamientos, principios, situaciones, pero afirmar que es: "el deporte de equipo por excelencia y del que mas y mejores valores se puede aprender y aplicar al mundo de la empresa" me parece cuando menos una PASADA.
Eduardo me ha gustado mucho tus comentarios, pero es en el deporte en general y no solo en el baloncesto en donde se peude entender con toda facilidad muchas cosas que en otras actividades resulta mas dificil entenderlas.

Ricardo Colomo-Palacios dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ricardo Colomo-Palacios dijo...

A mí me gustaría volver a la primera de las dos reflexiones de Garbajosa (ambas son extraordinarias). Y pienso que en esto de la gestión de equipos, nadie sabe más de esto que el ejército, encargado de dirigir personas desde hace algunos miles de años. Allí, tras la enseñanza de muchos años, todo está todo muy establecido, y se basa en la replicación continua de comportamientos. El buen militar (y el buen gestor) predica con el ejemplo, marcha el primero, se esfuerza como el que más, demuestra competencia en cada materia para poder exigirla. Así me acuerdo de un pasaje de Doctor Zhivago de Pasternak, en el que dos grupos de soldados rusos son comparados en el transcurso de una ofensiva en el frente alemán. La comparación se vertebra a partir de la confianza y el ejemplo de sus superiores. Así, algunos soldados sólo obedecían a la violencia y la coacción de sus superiores, otros, al ejemplo.
Y esta es otra reflexión interesante. ¿Se sitúan los gestores al frente de las “ofensivas” corporativas?, ¿demuestran su competencia técnica además de la gerencial en el transcurso de su labor?, ¿les respetan sus “subordinados” desde una perspectiva competencial global?, ¿lo hacen con la suficiente intensidad como para inducir comportamientos?
PD: Eduardo, tampoco comparto la afirmación de Eduardo del baloncesto como deporte de equipo perfecto… supongo que todos tenemos uno, y en tamaño, pues el rugby tiene más jugadores que el fútbol y con roles cuanto menos, igual de definidos (a mí me gusta el fútbol gaélico… apasionante) y, por otra parte, los dobles en el tenis, el equipo mínimo, me parecen muy interesantes también…

Paniagua dijo...

Lamento contradecirte, Ricardo, pero la afirmación de que la gestión de equipos más experta es la que se hace en el ámbito militar me parece una exageración. Existen dos tipos de personas: las reactivas y las proactivas. Las primeras demandan jerarquía, órdenes, obediencia, etc. Las segundas toman decisiones, arriesgan, discuten y ponen en tela de juicio la opinión de cualquier, incluso del superior. Entre ambos perfiles todos los demás. El ámbito militar gestiona de manera excelente el perfil reactivo: haz esto, y se hace. No se discute, ni se cuestiona. En otros entornos es necesario un perfil distinto (que no mejor), y en los mismos la gestión basada en la cadena de mandos sin más no creo que genere buenos réditos.

Creo que el líder perfecto es el que consigue sacar lo mejor de su equipo mientras sus miembros no son penalizados en aspectos personales (autoestima, dignidad, felicidad, ...), y que contexto requiere un tipo de liderazgo distinto.

¿Cuál es el deporte de equipo que más enseña? Complicado. Todos tienen sus peculiaridades. A mí me fascina el ciclismo, deporte en el que la gloria se la suele quedar uno del equipo (el llamado líder) y el resto suele trabajar para él.

eduardo schell dijo...

Puntualizaciones varias:

1. Si el libro, en lugar de llamarse Basuketoboru (baloncesto en japonés) se hubiese llamado Futbolboru o Ciclismoboru, habría dicho qe éstos son los auténticos deportes de equipo. Aprovechaba el post para hacer una promo encubierta... Es broma. Igual teneis razón, igual no.

2. Creo que la selección de basket, bautizada como ÑBA por un compañero y por mí, es un ejemplo perfecto para todos y en el que creo que se ha mirado la selección de futbol para triunfar. Ahora la selección de futbol es una piña, un equipo sin guerras internas... y curiosamente ha empezado a funcionar.

3. De cada deporte se puede extraer algo que sea positivo aplicar a la empresa y a la vida.

4. En cuanto a lo del ejercito no estoy de acuerdo. En los pasados Juegos en Pekín siempre veía a un militar haciendo guardia contra un muro a un metro escaso. Otro miraba la carretera, otro por el otro lado y un cuarto vigilaba el campo abierto. Imagino que el del muro le dijeron "aquí quietecito y sin rechistar". Imagino que en ciertas situaciones no puedes rebelarte... pero si hubiese dicho "igual es estúpido que vigile un muro y puede que sea más útil que en lugar de perder el tiempo aquí porque usted me lo ordene y sea tan corto de miras, me vaya a vigilar a otro sitio que haga más falta"... habría sido mejor.

4A. Es verdad que hay en determinadas situaciones en las que no hay tiempo para explicar y ay que limitarse a actuar. Si te dan una orden en un tiempo muerto, normalmente no hay mucho tiempo para debatir. A veces hay que ejecutar y luego debatir.

5. En toda empresa/equipo tiene que haber especialistas (como en el futbol americano, que uno se limita a chutar tras un touchdown y normalmente cobra muchísimo) y gente para todo. Como se ve en el ciclismo, el líder necesita al compañero que le lance al sprint y al que le trae el avituallamiento.

6. Lo que tengo claro en una organización es la siguiente máxima: "Aquí todo el mundo es importante, pero nadie es imprescindible". Solo así se llegará al triunfo final.

7. El jefe ha de ser el primero en dar ejemplo, el que ha de crear un ambiente de trabajo idóneo, el que ha de transmitir confianza... y si es inteligente, que no todos lo son, será el primer interesado en rodearse de los mejores para lograr el mejor resultado posible. No siempre es así, hay muchos jefes que prefieren rodearse de gente poco brillante para así parecer más inteligentes/mejores/imprescindibles.

Ricardo Colomo-Palacios dijo...

Amigo Paniagua, quiero rebatirte o aclararte un aspecto. En mi post, no he dicho que el ejército sea la institución que gestione de la manera más efectiva a las personas. Lo que he indicado es que, atendiendo a su antigüedad milenaria, es el que más conoce cómo gestionar recursos humanos. Y estoy de acuerdo en que lo lleva a cabo a su manera. Sin embargo, también es cierto que la gestión de personas, como cualquier otra faceta humana, se basa en una apuesta, y la del ejército es declaradamente jerárquica y ejemplificadora. Y esta característica ilustraba las declaraciones de nuestro "4" patrio.
Y en mi experiencia personal, lo que sí es cierto es que, tanto en el ejército como en las artes marciales (que son consideradas como deporte) he vivido en persona el aprendizaje basado en el líder ejemplificador. En algunas ocasiones, casi cercano al Mentoring. Estas experiencias (dejando de lado las características personales de superiores y subordinados) han sido dos circunstancias que en muy contadas ocasiones he podido vivir en los ámbitos corporativos. Y ésta es la reflexión. ¿Sería interesante encontrar ese superior ejemplificador?.
Por cierto, quizá deberías revisar algo tu concepto de ejército moderno. Ahora, y por lo menos desde mi propia experiencia personal, yo no fui penalizado jamás en aspectos personales (autoestima, dignidad...) tal como indicas. Pero quizá, también es cierto que el estereotipo de militar que se maneja, y que se está trabajando activamente para transformar, ha generado un poso social negativo del ejército que impide analizar sus prácticas de gestión con rigurosidad y sin prejuicios. Sin enconamientos.

Paniagua dijo...

"Ahora, y por lo menos desde mi propia experiencia personal, yo no fui penalizado jamás en aspectos personales (autoestima, dignidad...) tal como indicas."

Estimado Ricardo. Sin ánimo de ahondar más en el asunto sí creo necesario dar una explicación. Considero al ejército una institución ejemplar y siento el máximo respeto hacia él, y en ningún caso creo que su modo de operación tenga como objetivo la pérdida de la autoestima o la dignidad de sus miembros. Lo que trataba de apuntar (sin éxito) es que, en mi opinión, el liderazgo basado en la jerarquía pura y dura no es eficiente en todos los contextos. Tomando un ejemplo relacionado con el mundo del deporte, motivo de este blog, se me antoja poco provechoso que a un jugador como Zidane le haga bien un entrenador autoritario que le diga qué ha de hacer en todo momento. Sin duda lo haría, como buen profesional, pero se perdería su capacidad de improvisación y decisión, e intuyo que no le haría especialmente feliz. Conozco un caso reciente de una persona a la que sus superiores le han impuesto ciertas decisiones de cuyas consecuencias dicha persona será responsable. No exageraré diciendo que ha perdido la autoestima o la dignidad, pero sí ha sentido una gran frustración e impotencia. ¿No parece razonable que sea así?

Respecto a tu pregunta de si el modelo de superior ejemplizador es interesante en el entorno empresarial mi respuesta es sí, por supuesto. A lo largo de mi vida profesional he tenido superiores de varios tipos y aquellos que trabajaban con más intensidad fue con los que di más y con mejor disposición.

Lolo Sainz dijo...

Tengo muy claro cómo se pierde: aplicando la autoridad como un dictador que nada más ve lo suyo y no comprende a la gente que tiene enfrente. Hablando con un antiguo jugador que hoy es entrenador, decía que nota que los entrenadores jóvenes tienen un camino definido por el que seguir y les cuesta mucho apartarse de él cuando es necesario. No cuentan con la flexibilidad oportuna para ver más allá de lo que ellos piensan. Les falta mano izquierda para capear las distintas situaciones que requieren formas de gestionar diferentes. No se puede llegar a un vestuario con el látigo y empezar a sacudir sin escuchar a nadie. Hay que comunicarse con la gente y hacerles comprender cómo es el equipo. Es una forma de ganarte al jugador porque le estás dando protagonismo y le estás inculcando que es parte esencial del equipo.
Naturalmente que el líder, entrenador, tiene que tener autoridad para que pueda aplicar disciplina dentro del grupo de trabajo y así poder mantener esos valores que nos va definir como equipo, equipo ganador, ¡claro! Pero esa autoridad no te la regalan, se gana, y hay que ejercerla dentro del más estricto respeto hacia las personas que forman nuestro equipo de trabajo.

José Ignacio Rivero dijo...

Bonito debate el futbol, el ejercito, el baloncesto... En realidad cualquier actividad en la que un grupo de personas se propongan un objetivo comun, compitiendo contra otros o contra su propio objetivo, puede ser valido para ejemplarizar sobre valores o comportamientos. Se trata pues de preguntarnos ¿cual tiene mas gancho, en la actualidad a nivel mundial?, pues es ahi donde puede residir la importancia de elegir una u otra actividad como referente a la hora de utilizarlas para hacer reflexionar a colectivos en general sobre valores o comportamientos.
Es evidente que para cada situacion podemos y debemos elegir referentes distintos ya que con muchos colectivos el referente puede producir rechazos indeseados y no servir por lo tanto para el objetivo que andamos buscando.
Lo que si parece es que cada uno tenemos nuestras preferencias, y esto si que me parece maravilloso, la diversidad, la pluralida nos ofrece tantas posibilidades que no tenerlas en consideracion seria un terrible error.
Me parece que todas vuestra propuestas son muy interesantes y estoy seguro que habra seguidores de cualquiera de ellas y de otras muchas mas que no hemos mencionado
Dicho todo esto VIVA EL FUTBOL COMO REFERENTE DE VALIDEZ UNIVERSAL

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