Nadal, al igual que a miles de españoles, me tiene cautivado. Es una persona sencilla, humilde, constante, luchadora, con una gran fortaleza mental y un poder de concentración, cuanto menos, sorprendente, desde el cual emana un espíritu de tranquilidad que nos envuelve a todos. Es capaz de darle la vuelta a un partido en contra, de no amilanarse por la presión de tener dos bolas de partido en contra, de estar metido y pendiente de lo que hay que hacer sin despistarse ni un segundo hasta que el partido ha finalizado. Jim Courier definió su actitud estupendamente “Le encanta la batalla y no importa si pierde el primer set. Al segundo siguiente ya está listo para ganar.”
Rafa es un portento al que todos admiramos, pero hoy no quiero hablar de él sino de su entorno, del equipo que le apoya. Su entrador es su tío, Toni Nadal, sus padres Ana María y Sebastián y toda su familia cierra filas en torno a él. Jamás se les ha subido a la cabeza el éxito de Rafa. Se han esforzado en orientarle, en darle una buena educación, en hacer de él una buena persona. ¡Qué gran diferencia con el entorno de otros supuestos “grandes” deportistas, que solo son aconsejados en función de sus intereses personales, y que incluso arremeten contra sus entrenadores y Clubs si con ello consiguen sus nefastos objetivos personales!
Rafa es leal a su gente, porque su gente siempre le ha sido leal, no diciéndole lo que quiere oír en cada momento, eso es fácil y no tiene valor, sino aconsejándole, siendo estrictos con él cuando ha sido necesario, apoyándole, haciéndole crecer, normalizando una situación que deslumbraría al mismísimo Salomón.
Si cuando termina el partido y uno vuelve a casa, tiene a su gente que le arropa y le protege, le anima y no le obliga a llevar una careta de Superman, sino que le permite ser uno mismo, con sus virtudes y sus defectos, entonces, si tienes eso, creces como persona y como profesional tienes un trampolín que te lanza a lo más alto. Yo así lo he sentido a lo largo de toda mi carrera como entrenador, mi familia ha sido mi equipo, mi norte y mi refugio, y me ha hecho poder afirmar, parafraseando el dicho, que siempre detrás de un gran deportista hay una gran familia, ¡Verdad Rafa!
P.D. Ayer Rafa perdió la Final del Torneo de Rotterdam contra Murray, esto reafirma todavía más en mi admiración hacía este singular deportista, porque ha demostrado, además, que es humano.
Rafa es un portento al que todos admiramos, pero hoy no quiero hablar de él sino de su entorno, del equipo que le apoya. Su entrador es su tío, Toni Nadal, sus padres Ana María y Sebastián y toda su familia cierra filas en torno a él. Jamás se les ha subido a la cabeza el éxito de Rafa. Se han esforzado en orientarle, en darle una buena educación, en hacer de él una buena persona. ¡Qué gran diferencia con el entorno de otros supuestos “grandes” deportistas, que solo son aconsejados en función de sus intereses personales, y que incluso arremeten contra sus entrenadores y Clubs si con ello consiguen sus nefastos objetivos personales!
Rafa es leal a su gente, porque su gente siempre le ha sido leal, no diciéndole lo que quiere oír en cada momento, eso es fácil y no tiene valor, sino aconsejándole, siendo estrictos con él cuando ha sido necesario, apoyándole, haciéndole crecer, normalizando una situación que deslumbraría al mismísimo Salomón.
Si cuando termina el partido y uno vuelve a casa, tiene a su gente que le arropa y le protege, le anima y no le obliga a llevar una careta de Superman, sino que le permite ser uno mismo, con sus virtudes y sus defectos, entonces, si tienes eso, creces como persona y como profesional tienes un trampolín que te lanza a lo más alto. Yo así lo he sentido a lo largo de toda mi carrera como entrenador, mi familia ha sido mi equipo, mi norte y mi refugio, y me ha hecho poder afirmar, parafraseando el dicho, que siempre detrás de un gran deportista hay una gran familia, ¡Verdad Rafa!
P.D. Ayer Rafa perdió la Final del Torneo de Rotterdam contra Murray, esto reafirma todavía más en mi admiración hacía este singular deportista, porque ha demostrado, además, que es humano.
4 comentarios:
Lolo, excelente post. El otro día pude conversar contigo sobre esta misma cuestión. Siempre he dicho que la estabilidad "personal" facilita el desempeño "profesional".
Cuando el refugio emocional y afectivo no es sólido la persona se vuelve frágil. Por el contrario, cuando el "intorno" es solvente se hace frente con credibilidad a las adversidades del "entorno". salu2.
Coincido plenamente con Paco. Un lider equilibrado puede conseguir equipos equilibrados y viceersa.
HAce poco estaba con un Director General e una gran compañía, que supuestamente defendía la conciliación para sus profesionales, pero como él vive sólo en Madrid de lunes a viernes, porque su pareja vive en la otra punta de España, espera que las personas de su equipo tengan la misma dedicación que él. Mide a todos por su mismo rasero y al final ha conseguido unos profesionales desquiciados.
No podemos pedir an uestro líderes que tengan un desarollo equilibrado, un "intorno" como lo llama Paco que le aporten valor, pero por lo menos si que trate de conseguirlos, y por supuesto que no quiera exigir a los demás lo que el está dispuesto a dar.
Lolo, por su faceta de entrenador y manager general de un club, conoce mejor que nadie aquí la importancia de un entorno equilibrado. Conocerá mil casos. Pau Gasol, por ejemplo, reconoce siempre lo importante que fue que su familia (padres y dos hermanos) se trasladasen con él a Memphis abandonándolo todo para apoyarle en una aventura desconocida y de futuro incierto con muchas responsabilidades de por medio.
Recientemente, no diré quién, un jugador de fútbol tuvo un pésimo primer año en la liga y no respondió a las expectativas. Se vio alguna pincelada y poco más. El año siguiente, desde la pretemporada, lo bordó. ¿Aclimatación a un equipo/Liga/país o que se había venido a vivir con él su novia?
Más recientemente, me cuentan que un jugador que sí deslumbró en su primer año ha recorrido un camino a la inversa. Sufrió una lesión, dejó de estar en forma y demás. Por lo visto, el bajón coincidió con la marcha de su mujer a su país harta de la vida dispersa de su marido...
Está claro. Si vives en un entorno seguro, favorecedor, estable y tranquilo todo esto hace más llevadero lo demás y que puedas enfocar tu atención a otras cosas.
En cuanto a lo del Directo General que demandaba la misma dedicación que él, hay que puntualizar que no es lo mismo tiempo de dedicación, que tiempo de permanencia. Son muchos los que aparentan trabajar mucho durante horas y horas y son precisamente esos los más incompetentes y caraduras. Otros, con menos horas pueden y rinden más.
Es que por mucho que queramos no podemos separar nuestra faceta personal de la profesional. Nuestro cerebro no viene preparado para ello. En nuestra cabeza se juntan todas nuestras emociones: nuestros problemas doméstico, nuestra ilusión con el proyecto, etc. y eso da un estad anímico "medio". Es como si echamos en un recipiente agua limpia y agua teñida de rojo, a unión no es ni transparente ni roja.
Las organizaciones debemos asumir esta realidad y actuar en consecuencia: abordar programa de conciliación, evolucionar el estilo de dirección de los mandos para que incorporen y sepan gestionar una visión global de sus profesionales (profesional y personal), abordar una evolución cultural de la organización, etc.
Es muy fácil decir "el verdadero activo de nuestra organización son nuestras personas" y luego actuar obviando algo tan importante como su dimensión personal, sobre todo como dice Lolo con todo el potencial que puede liberar cuando está alineada con el proyecto profesional.
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