Odiar el fútbol de EEUU representa una obligación para muchos aficionados al deporte rey. El caso es que, pese al poco respeto que infunde en Europa, los esfuerzos para atraer las figuras a la NASL han sido muy significativos. No hace mucho tiempo, nos ha sido imposible desoír la pomposa contratación de Beckham por los Galaxy. Ni tampoco su aventura milanesa. Sin embargo, volviendo a los Estados Unidos, la apuesta por las estrellas no es nueva. Ha sido una tónica de los equipos americanos en los últimos treinta años.
Sin embargo, como ocurre en muchos otros aspectos, no todo EE.UU. es Nueva York. Fuera de la gran manzana han actuado jugadores de talla indiscutible, y no siempre en el ocaso de su carrera. Así nos encontramos a Cruyff, Eusebio, George Best, Gerd Müller, Roberto Bettega, Teófilo Cubillas, Geoff Hurst, Trevor Francis, Bruce Grobbelaar, Bobby Moore, Graeme Souness, Hugo Sánchez, Van Der Elst, y hasta a Carmelo Cedrún. Pero de todas las historias, sin duda, la más interesante es la de Gordon Banks.
Banks formó parte del equipo inglés que ganó su Mundial de 1966. Cuatro años después, durante el Mundial de 1970, Banks realizó la mejor parada de la historia. Pelé remata de cabeza, abajo y a la izquierda a centro de Jair desde la derecha. Banks se estira viniendo desde su izquierda y en un movimiento imposible, salva el balón interceptándolo casi dentro de la portería con la manopla derecha. Banks siguió jugando con Inglaterra hasta 1972. Un día de Octubre, de vuelta de una sesión con el fisioterapeuta del Stoke City, Banks sufrió un accidente de automóvil y como resultado del suceso, perdió la visión de su ojo derecho. No volvió a actuar con Inglaterra. Shilton, que le había desplazado ya en Leicester, y comenzaba a amenazar su supremacía en la selección, no tardó en fichar por el Stoke City. Y así pudo acabar la carrera de Banks. Sin embargo, tras un paso fugaz por la liga irlandesa, jugó dos temporadas en los Fort Lauderdale Strikers. Y aquí se produce el hecho significativo. En 1977, su primera temporada, fue elegido como el mejor guardameta de la liga. No se había recuperado de su dolencia ocular.
Es posible que Banks haya sido el mejor guardameta de la historia. Es seguro que, aún disminuido, fue mejor en EE.UU. que muchos. Tal vez la alegoría de Banks sirva para ilustrar el fútbol en EE.UU. del final del siglo pasado, pero, ¿será aplicable también en el siglo XXI?, y desde un prisma netamente empresarial, ¿qué podemos esperar de los outsiders?, ¿es posible el reposicionamiento personal?, y aún más en profundidad, ¿existe espacio para la mejora entre los mejores?.
5 comentarios:
A la pregunta ¿existe espacio para la mejora entre los mejores?, voy a contestar con un extracto de una entrevista que le hice hace dos años a Michael Jordan.
PREGUNTA. En su afán de perfeccionamiento y de ser el mejor, ¿era de los que se quedaba horas y horas extra ensayando su tiro incluso en los días de descanso?
RESPUESTA. Desde siempre me esforcé al máximo por mejorar y me he dedicado mucho al baloncesto, mi gran pasión. Todos los días hacía sesiones extra de perfeccionamiento de tiro con ejercicios de secuencias y la verdad es que creo que dio su buen resultado.
¿Recuerda algún consejo que le marcara especialmente y le sirviese a lo largo de su carrera?
Sí, claro, cómo no. Me quedo con las sabias palabras de mi entrenador en la Universidad de North Carolina, Dean Smith. Me dijo: “Michael, nunca podrás cumplir las expectativas de los demás, has de esforzarte en cumplir tus metas, sólo entonces serás feliz”.
¿Y logró cumplir sus metas?
No es que las cumpliera, es que las sobrepasé de una forma increíble. Jamás soñé con llegar donde he llegado.
Cuando usted ya era una estrella y estaba claro que era el mejor jugador de todos, ¿qué le motivaba a seguir jugando al máximo y dominar cada partido?
Siempre pensaba que habría alguna persona en la grada que era la primera vez que me veía jugar en directo y simplemente no quería defraudar a esa persona ni a mis
fans ni a mi equipo. Quería que comprobasen que todo lo que había escuchado alguna vez de Michael Jordan era verdad. Jugué a tope cada partido de mi vida hasta vaciarme y hasta asegurarme que ya no me dejaba nada por detrás. He dado todo lo que tenía que dar.
¿Era duro estar tan mentalizado?
Yo simplemente me esforzaba al máximo en cada partido y quería asegurarme de que todos aquellos que alguna vez habían oído algo de Michael Jordan supiesen que era verdad.
Además de ser el mejor, usted era un icono, un modelo a seguir. ¿Eso era presión extra?
Sí, creo que sí. La gente venía a verme jugar y esperaba un gran partido, pero creo que más que presión yo me lo tomaba como un desafío constante para ser el mejor, un reto y como una muestra de respeto mutuo
Yo creo que siempre espacio de mejora, el problema es que muchas organizaciones, como el ejemplo que ha contado Ricardo, no ven las posibilidades de sus profesionales, o con el tiempo y las gafas del cortoplacismo se dejan de ver su potencial. Esto ocurre todos los días en el sector financiero, que descapitaliza su talento permanentemente con prejubilaciones absurdas, buscando un resultado a cortoplazo a costa de perder un talento muy valioso. Para muestra la falta de experiencia en situaciones como la actual de los Directores de Oficina, que lo más cerca que han visto una crisis (la gran mayoría) ha sido en las películas de catástrofes.
Si pero yo creo que el "tuerto" de turno puede triunfar en un equipo pequeño o en una liga de segunda como la norteamericana, pero no en una de primer nivel como la liga inglesa.
Eduardo, me ha encantado la frase del entrenador de Jordan “Michael, nunca podrás cumplir las expectativas de los demás, has de esforzarte en cumplir tus metas, sólo entonces serás feliz"
¡Qué pasada que hayas entrevista al más grande!
La parada de Banks:
http://www.youtube.com/watch?v=i2gueytEK7E
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