Fantástica la iniciativa del Real Madrid con su capitán al frente de grabar y difundir este estupendo vídeo para apoyar la donación de médula que está capitaneando magníficamente #medulaparamateo.
¡Enhorabuena!
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domingo, 20 de octubre de 2013
jueves, 19 de mayo de 2011
El fracaso de Pau

"El fracaso es una parte de la vida. Me gusta aprender de lo que vivo y emplearlo en el futuro. Esta expereincia me ayudará a crecer. El fracaso me hará mejor. Habiendo vivido este momento aspiro a eso". Son palabras de Pau Gasol en una extensa y sensacional entrevista de Jesús Sánchez (@sanchezmarca) en el diario MARCA.
El ala pívot catalán, que desde su llegada a los Lakers ha jugado tres finales consecutivas y ha ganado dos anillos de campeón de la NBA, vive uno de sus momentos más amargos tras ser el centro de las críticas de la prensa por su bajo rendimiento. El problema es que se ha sumado la prensa rosa de Hollywood inventando falacias sobre su vida privada y su relación sentimental.
Como diría Boza Maljkovic: "Todo lo que no te mata te hace más fuerte". Y en esas está Pau, pieza clave para entender el cambio de una franquicia que luchaba por meterse en playoffs a ganar dos anillos.
Ganador compulsivo y hombre que se mueve por retos, ya tiene uno nuevo entre ceja y ceja: jugar el Europeo de Lituania e intentar ganarlo o quedar segundo ya que es clasificatorio para los Juegos de Londres 2012 y España, tras el batacazo del pasado Mundial (quedó sexta) no tiene plaza.
Pau podría delegar, pero quiere resarcirse. A la larga piensa en el oro olímpico, ese que España rozó en Pekín ante una de las mejores selecciones de EEUU que se recuerda desde 1992 y 1994. Ese oro del que España se quedó a unos pasos, esos pasos de más que cometían en cada jugada los estadounidenses con la permisividad arbitral. Pero eso es otra historia.
El caso es que Pau ha puesto a un lado el drama de caer eliminado en semifinal de conferencia ante el nº3 (arrollado, eso sí) tras tres finales de la NBA seguida. Este batacazo, "una cagada", dice, le ayuda a poner las cosas en perspectiva y a saborear mejor lo logrado los años anteriores.
Muchas veces ese es el problema por la inmediatez en los tiempos que vivimos: no nos paramos a disfrutar de lo conseguido y solamente pensamos en más y más. Coincido con @sanchezmarca, que conoce mejor que nadie a @paugasol: esto le va a hacer más fuerte. Y en el camino, los oportunistas que han sacado la guadaña luego volverán a abrazarle al calor del éxito. Que volverá.
Sí, Pau no ha estado bien en playoffs y hay que criticarle y atribuirle su parte de culpa. Pero todo conviene ponerlo en perspectiva. Al igual que lo sucedido al Real Madrid de baloncesto: tras 15 años de ausencia ha vuelto a jugar la Final Four de la Euroliga y le han pintado la cara. La sensación de satisfacción inicial por el logro conseguido de volver a la élite se ha convertido en sensación de fracaso. Y eso no puede ser.
Desde aquí, #goPau.
@eduardoschell
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domingo, 13 de marzo de 2011
Los tanques de Messina

De la dimisión de Messina, lo primero que pensé es que era una decisión honesta y así lo escribí en Twitter. También, que esperaba que fuese honesto al anunciar sus motivos en la rueda de prensa del dia siguiente. Por primera vez en año y medio no lo fue en una rueda de prensa. Echó balones fuera y culpó a la prensa. "Yo podría seguir aquí tranquilamente y esperar a que me echen. Si hago esto es porque quiero ayudar a unir y no a dividir", "El nivel de división había llegado, sobre todo fuera, a un nivel peligroso para el equipo. Es muy difícil para los que juegan ver que el entrenador está continuamente cuestionado". Fueron algunos de los motivos que ofreció. No fue sincero.
La noche antes de la rueda de prensa expuse en twitter los motivos de su dimisón:
· Ya twiteé en verano q en junio 2011 si no antes se iría
· La dimision de Messina me parece coherente y honrada y honesta
· Messina no tenia feeling con jugadores y viceversa ni con directiva y viceversa ni jugadores/directiva. No se sentia querido
· Messina no queria muchos jugadores ni creía en impacto súbito ni de CS ni Mirotic (la directiva tampoco, es verdad)
· Messina quiere proyecto de ya, así o entiende y me dijo año pasado, no un hibrido. Venden pelicula y él compra
· Messina es un genial entrenador de pizarra y mal gestor de grupo
· Messina su dimision es coherente pq siente q sobra y el si no se hace a su manera siente q sobra, el feeling con JCS deja de existir
· Messina tenia buena relacion con Maceiras
· Messina cuadraria en Vitoria con Querejeta, filosofias pareceidas: accion reaccion
· La marcha de Messina supondrá la total perdida de interes de FP en basket, sí todavía menos
· La marcha de Messina un palo a la imagen del RM
· Messina no ha sacado lo mejor de muchos jugadores: involución
· Messin no supo calibrAr nivel liga acb ni significado ni exposicion dl RM
· Messina no pudo controlar toda prensa.
· Messina pensó q el RM era otra cosa, la arcaica estructura y la fpdependencia...
· Messina vivio en un stres constante y se transmitió, ni un dia fue tranquilo
Tras la rueda de prensa:
· Me ha decepcionado Messina en su rueda de prensa, le ha faltado su honestidad brutal habitual
Luego llegarían sus honestas declaraciones en La Reppublica: cargó contra la prensa (sigo alucinando), comentó que tenía una "buena" relación con Florentino pero que no era "ágil" llegar hasta él "ni directo", y afirmó que un club como el Real Madrid debería contar con una estructura de gestión que se encargue también del "apoyo y la protección del entrenador", "se necesita esa figura que existe en todos los grandes clubes, como Ferdinando Minucci en el Siena (presidente), Querejeta en Vitoria (presidente); de otro modo el entrenador se vuelve loco.

Lo que no consigo entender de Messina, que sufrió el mismo mal de Boza Maljkovic pensando que las críticas eran personales, es que diese tanta importancia a las críticas de la prensa, que este año eran mucho menores. Como he dicho, no supo calibrar el nivel de la ACB ni la exposición mediática y deportiva que es el banquillo blanco. basa con un extracto de una entrevista que le hice el jueves 5 de noviembre de 2009: "He tenido la suerte de estar en grandes equipos como la Virtus o el CSKA, que es el equipo de toda Rusia porque representa a su país en la Euroliga y en apenas tres meses me he dado cuenta lo que pesa este escudo. Aquí te sientes examinado cada día y me pasó una anécdota que define perfectamente. Tras ganar al Unicaja en Málaga, al día siguiente me fui a Bolonia para ver a mi madre. En el Metro de Madrid, en los televisores, ví que ponían imágenes de la victoria con rótulos por debajo. El primero: Gran victoria del Madrid en Málaga, donde nunca había ganado. El siguiente: a ver si sigue así. ¡Increíble! Llamé a mi mujer. Si hubiese sucedido algo similar con el CSKA, hubiesen sacado los tanques al grito de "ánimo" o "hasta la victoria".
Otra cosa que le mató a Messina (que estuvo a punto de irse tras su primer año) fue la reconversión de un proyecto que se había planteado para ganar ya en uno para ganar en los próximos años. Más teniendo en cuenta lo que me dijo en octubre de 2009, recién aterrizado: "En el Madrid hay una presión por ganar ayer, no hoy. Hay una exigencia especial. ¡Claro que hay una exigencia de ganar ya, esto es el Real Madrid! En el baloncesto moderno actual no puedes hacer planes de futuro, los proyectos han de ser inmediatos, a uno o dos años vista, como mucho a tres temporadas. Pensar en más es imposible: hay cláusulas de salida NBA, el mercado se mueve mucho... Hay que luchar por tener una estructura que dure y construir alrededor sabiendo que la situación puede cambiar de un día para otro.
Dicho esto, Messina se ha arrepentido de su adiós súbito e inesperado tanto en lo personal como en lo deportivo. Sí se quedó tras el 'fracaso' del primer año fue por intentar reconducir el proyecto. Pero claro, él tenía en mente una cosa y se encontró con otra y la relación con la directiva se terminó de deteriorar. No se sentía respaldado, ni querido y como no es un pelele ni sirve para figurar, dimitió. Esa dimisión sí fue honesta. No los motivos que expuso en público.
El problema del Real Madrid no es Messina o los jugadores. Es muy simplista eso. Es la falta de estructura, la falta de fe y confianza en la sección, la permanente sensación de que está de prestado y de que en cualquier momento llegará un presidente para cargarse la sección más laureada de la historia del baloncesto Europeo. Falta un proyecto. Falta una idea. Una concepción. Un estilo. Identificación. Una organización menos ministerial. Así, llegará un entrenador u otro y el mal endémico seguirá. Y en el camino se van perdiendo jugadores, valores y entrenadores válidos, como Messina.
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jueves, 4 de noviembre de 2010
¿Qué representa un Barça-Madrid?

En mi libro Fútbol: Fenómeno de Fenómenos relato parte de ello. Comprender lo que representa el “gran clásico” implica darse un paseo por la propia historia personal de Cataluña y del estado español. A finales del siglo XIX, Barcelona era una región industrial con una importante actividad mercantil. Tan sólo EEUU, Inglaterra y Francia podían competir con la producción textil catalana. No obstante, si bien Cataluña contaba con un protagonismo económico notable, el poder político estaba concentrado en Madrid, con lo que los intereses del gobierno central y los de los capitalistas catalanes chocaban frontalmente. Para los nacionalistas, Cataluña era símbolo de la modernidad y el progreso, mientras que Madrid era símbolo del subdesarrollo y el retraso. Mientras el centro luchaba por salir adelante, la burguesía catalana abría sus puertas a las influencias extranjeras a través del comercio.
Esta supremacía catalana no era del agrado del Estado español que la veía como una región de ideas separatistas. Por su parte, los catalanes acusaban al Estado de falta de sensibilidad ante la realidad social. En este contexto histórico surgió el Barcelona Football Club que fue fundado oficialmente el 29 de noviembre de 1899 por el suizo Joan Gamper. Un año después, el 28 de octubre de 1900, a iniciativa de Ángel Rodríguez, nacería la Sociedad Española de Football, que más tarde pasaría a llamarse Club Español de Football, y en 1912, con la concesión del título de “real” por parte de Alfonso XIII, Real Club Deportivo Español. El club blanquiazul, compuesto por castellanos, nació como reacción al club catalán, formado en su mayoría por extranjeros. Pronto, la rivalidad entre ambos equipos se dejó notar. El nombre de “español”, en primer lugar, y el título de “real” después, no eran del agrado de la hinchada culé que veía ambos símbolos una provocación a lo que Cataluña representaba. De este modo el RCD Español se convirtió en el gran rival del FC Barcelona, “el espectro del centralismo en su propia casa” y, en consecuencia, “el enemigo interior a combatir”. El diario Marca recogía en sus páginas: “Mientras el Español era un equipo patriota formado por buenos y sanos españoles, el Barcelona era catalanista hasta la médula haciendo propaganda de un régimen insoportable”.
Asimismo, el club blaugrana desde sus orígenes manifestó activamente sus simpatías políticas participando en numerosos actos para reivindicar la causa catalana, algo que el club blanquizaul no hizo: “El Español y el Barcelona llevaban una mascarilla demasiado pequeña para que no se adivinara enseguida el verdadero sentido de ellas. El deporte era la careta que cubría el sentido político. Uno, el Español, dirigido por personalidades de un matiz conocidísimo como español y patriota y que, arrastrados a la lucha, procuraron de su peculio engrandecer al club y a su nombre, para mostrar al rival de lo que eran capaces un buen puñado de buenos españoles fuesen de dónde fuesen. Otro, el Barcelona, ocupado constantemente en dar en el seno de la sociedad el tono catalanista hasta en su correspondencia, acudía con banderas de colores a actos políticos catalanistas”.
El 14 de junio de 1915, el Barcelona y el Júpiter disputaban en Les Corts –antiguo estadio del club culé– un partido de homenaje al Orfeó catalán. La banda de música de un buque británico atracado en el puerto aprovechó el descanso del partido para interpretar el himno español. Los 12.000 asistentes catalanes presentes comenzaron a abuchear. El desprecio le costó al club una sanción, el estadio se clausuró 6 meses y Gamper tuvo que exiliarse.
Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923–1929) se eliminó la bandera catalana y la lengua oficial fue abolida. Con los dos principales modos de expresión eliminados, muchos vieron en el barcelonismo una forma de manifestar su reacción contra el régimen y un símbolo de resistencia nacionalista, por lo que se afiliaron al club culé. La bandera del Barça sustituyó a la senyera en las manifestaciones políticas de la época, lo que sirvió para reforzar más la vinculación del equipo con la autonomía catalana: “El fútbol español ha jugado ciertos protagonismos políticos en determinados momentos. Sus socios y simpatizantes se han servido muchas veces del poder de convocatoria de la entidad para convertirla en banderín de enganche. Algunos clubes han sido en sí mismos la representación más evidente de un movimiento político en los momentos en que éste ha estado perseguido”.
Con la proclamación de la República, el 14 de abril de 1931, se abría un nuevo episodio en la historia de España. En 1932, se reconocía el carácter diferencial de Cataluña al tiempo que el RCD Español era despojado del título de “real”. Sin embargo, la guerra civil (1936–39), la derrota de la República y la llegada del Generalísimo al poder, marcó una nueva etapa. El invento del Barça como “el ejercito sin armas de una nación sin estado” o “la sublimación épica del pueblo catalán en un equipo de fútbol” se hizo más evidente con Franco en el poder. Por si fuera poco, el presidente del Barça, Josep Sunyol, había sido fusilado en 1936 por la Coalición Nacionalista: “El Barça fue el símbolo de la posición política de la burguesía nacional y de la pequeña burguesía catalana hasta la guerra civil; después, fue la única forma de expresión elíptica de un conjunto de sentimientos. La prueba principal de esta afirmación reside en el hecho de que los inmigrantes integrados son seguidores del Barça, los no integrados, del Español”.
Con el Caudillo, la rivalidad futbolística con un marcado carácter regional a través del enfrentamiento entre periquitos y culés, quedó en un segundo plano y se trasladó al enfrentamiento entre el Real Madrid –símbolo de la españolidad– y Barcelona –símbolo de la catalanidad–. Franco, al igual que Primo de Rivera, trató de eliminar cualquier brote nacionalista, pero mientras este último reaccionó también de manera aplastante contra el Barça, el primero, más inteligente, vio al club culé como un mal menor con el que convivir y por medio del cual los catalanes podían desahogarse: “[Franco] trató de borrar todas las rivalidades regionales en España, excepto en el fútbol. Promovió el fútbol como un medio saludable para que las regiones descargasen sus tensiones. Como los catalanes no tenían partidos políticos, ni gobierno regional, ni derecho alguno a usar su propia lengua, pusieron todo su orgullo cultural en el Barça. En un partido del Barça, la gente podía gritar en catalán y cantar canciones tradicionales cuando no podía hacerlo en ningún otro lugar”.
Pronto, el fútbol como catalizador de la oposición regionalista adquirió una dimensión mayor: “Lo que está muy claro en el fútbol español es que el deporte balompédico es, en realidad, un semanal enfrentamiento político. El Real Madrid representa algo, y el barcelonista lo sabe; el Barça representa otro algo también, y el madridista también lo sabe”. El presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu, refiriéndose al presidente del RCD Español entre 1967 y 1969, Juan Vila–Reyes, decía: “Le admiro porque preside en Cataluña un club que se llama Español. Eso sí que tiene mérito”. Para el escritor Vázquez Montalbán, “el Barcelona y el Real Madrid son algo más que un club porque asumen valores políticos añadidos. El Barcelona sería algo así como el ejército simbólico desarmado del nacionalismo catalán, y el Real Madrid, el representante del Estado español, papel que se le atribuyó en los tiempos de Franco”.
Durante la dictadura, el Barça sería fichado en los archivos de la Dirección General de Seguridad, como “elemento peligroso y hostil al régimen”. En el expediente abierto al club con el número 29708, se detallaba: “Este club explota su rivalidad con el Español para hacer política catalanista y le rodea un público apasionado, en su mayor parte de ideas separatistas”. Vázquez Montalbán escribió: “Cuarto en la lista de organizaciones que purgar, después de los comunistas, los anarquistas y los separatistas, se hallaba el Fútbol Club Barcelona”.
En 1943, ambos clubes debían medirse en partido de semifinales de la Copa del Generalísmo. En aquella época se había decretado una amnistía que amparaba a los exiliados durante la guerra. En el Barça militaban tres jugadores que habían permanecido huidos después de una gira por América con el club. El partido de ida en Les Corts se había resuelto a favor de los catalanes por 3-0. Antes del comienzo del encuentro de vuelta, uno de los máximos responsables de seguridad entró en el vestuario blaugrana y les recordó: “No olvidéis que algunos de vosotros estáis jugando gracias, únicamente, a la generosidad del régimen, que ha olvidado vuestra falta de patriotismo”. El club culé recibió una sonora goleada: 11–1. Del incidente dio cuenta Samarach en el diario La Prensa. La crónica fue objeto de felicitación por la directiva barcelonista pero el atrevimiento le valió una sanción ejemplar y tuvo que dejar de escribir. El artículo decía: “Quizá si la victoria hubiera sido 4–0 nos volcaríamos a reprochar a éste o aquel jugador del Barcelona. Pero un 11–1 son diez tantos de ventaja. Muchos, demasiados, para que no se busque otra razón que pueda explicarnos este resultado. Si los azulgranas hubieran jugado mal, francamente mal, el marcador no hubiera alcanzado esa cifra astronómica. Lo que pasa es que no jugaron”.
Filosofía culé
La filosofía del Barça viene definida por el lema acuñado por Cirici y Mercè Valera en 1975 “más que un club”, frase que sintetiza de manera explícita los valores que el conjunto blaugrana representa: “Casi nunca una frase tan corta ha podido significar tantas cosas. Cuando alguien ha dicho que el FC Barcelona era más que un club, estaba aludiendo a un fenómeno sorprendente, y creemos que único en el mundo, de una institución deportiva revestida de tanta trascendencia”. Otro presidente de la institución, Narcís de Carreras, lo expresaba en estos términos: “Somos lo que somos y representamos lo que representamos”; igual que el dirigente Agustí Montal i Costa (1969-1977): “El Barça es mucho más que un club. Uno de los éxitos del Barcelona es su poder como entidad integradora de la gente que llega a nuestra tierra y se identifica por medio de nuestro club con nuestra manera de ser”.
Uno de los acontecimientos más relevantes en la historia del club como institución, fue el memorable 5–0 en el Estadio Santiago Bernabéu la noche del 18 de febrero de 1974, con Cruyff como director de orquesta. Algunas crónicas apuntan peyorativamente que el proceso de transición hacia la democracia no comenzó en diciembre de 1973 con el asesinato del almirante Carrero Blanco sino aquella noche épica: “El Barcelona acababa de derrotar a sus mortales rivales del Real Madrid, y prácticamente todo el mundo, jóvenes y viejos, hombres y mujeres por igual, salió a la calle para celebrarlo. Aquella noche hubo más senyeras rojas y amarillas que banderas azulgranas del Barça, particularmente a lo largo de las Ramblas y en la plaza de Catalunya, y la canción que cantaba la multitud era el himno catalán proscrito, Els segadors”. La humillación sirvió para que algunos calificaran a ese año como el mil novecientos cero cinco. Hoy todavía la gesta se sigue celebrando: “Hay victorias tan gozosamente sentidas que son motivo de celebraciones en aniversarios señalados. Para el Barça es casi fiesta de guardar el 0–5 de 1974 en el Estadio Bernabéu. Los veinte años de aquella gesta no pasaron inadvertidos. Humillar al contrario, aunque sea con efemérides que no han vivido miles de socios, forma parte de la pugna permanente”.
Con la democracia en marcha
El 28 de diciembre de 1975, poco después de la muerte de Franco, el Real Madrid debía jugar en el Nou Camp. Los catalanes esperaban con ansia el encuentro. Numerosas banderas catalanas lograron colarse al interior del estadio. El equipo local venció por 2-1. La afición estalló de alegría y celebró la victoria deportiva con sabor político. Años más tarde y ya con la democracia más consolidada, en una final histórica de la Copa del Rey en 1983, el Barça se imponía a su eterno rival por 2-1, triunfo que el alcalde socialista de la ciudad catalana, Pascual Margall, calificó así: “Esta victoria satisface los deseos de todo un pueblo”.
El presidente del Barça hasta 2010, Joan Laporta, también hizo gala de su catalanidad durante su viaje oficial a Bosnia–Herzegovina en 2005. En el discurso ante las autoridades del país decía: “El Barça es un club de Barcelona, capital de nuestro país, Catalunya. Estamos orgullosos de ser catalanes y aquí podemos manifestar esos sentimientos con el mismo orgullo que vosotros decís que sois bosnios”. En una entrevista a El Mundo, el dirigente decía: “El Barça es un club poliédrico, promueve unos valores que son universales como el civismo, la deportividad y el hecho diferencial de que es un club catalán de fútbol que está muy vinculado y entroncado con la sociedad catalana. Para un catalán del Barça, la catalanidad del club es muy importante”. Y también: “La catalanidad del Barça es una realidad. Es entendida, comprendida y aceptada por todo el barcelonismo. Nuestra directiva es catalanista. El Barça ha tenido históricamente un papel extraordinario para promover los valores del catalanismo. A nivel político también ha tenido ese papel. Ya desde sus inicios, Gamper, que era suizo, tuvo la habilidad de vincular al club con Cataluña. En los años 20, la entidad ya se posicionó en cuestiones como el apoyo al Estatut y se consideró al Barça como el club de Cataluña. Ahora somos más que un club en Cataluña, más que un club en España y estamos en el marco de una estrategia corporativa para ser más que un club en el mundo”.
En la actualidad (y como siempre), en Can Barça los triunfos barcelonistas son celebrados por el soci culé con un “¡Visca el Barça!” seguido de un incondicional “¡Visca Catalunya!”, símbolo ideológico de la identidad del club con el regionalismo catalán..
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viernes, 11 de junio de 2010
Más reflexiones sobre Mou: ¿Y los valores?

Hace unos días publicaba mi buen amigo Paco Alcaide un interesante post donde planteaba algunas cuestiones y reflexiones sobre la idoneidad de fichar a Mourinho. Tras leerlo, pensé en hacer un comentario con mi visión, pero me salió un poco largo, así que he preferido hacer un post encadenado con el suyo, para continuar la reflexión.
A lo que Paco ha expuesto, de forma brillante como siempre, y Eduardo ha complementado de igual forma, yo querría añadir tres dudas más que me surgen al ver este nuevo fichaje galáctico de mi club del alma:
- Mourinho gana títulos, es innegable, pero yo me pregunto, ¿Un entrenador sólo se le debe medir por sus resultados? ¿Y sus comportamientos? ¿Da igual lo que se haga mientras se consiga ganar? ¿El fin justifica los medios? ¿Se puede insultar, criticar, enfrentarse a los árbitros, al público…? ¿Todo vale mientras se consigan los resultados? Dónde está el límite?
- Por otro lado, desde el punto de vista de imagen, el Real Madrid es un club que desata pasiones, muchas positivas y otras muchas negativas, sirva como ejemplo el recibimiento cada vez más hostil, que nos hacen en algunos campos españoles. Principalmente las críticas fundadas o no, siempre son por su prepotencia, su chulería, sus comportamientos altivos ... Y yo me vuelvo a preguntar ¿La imagen de Mourinho es la que mejor el viene al Real Madrid? ¿Es la que encaja con el posicionamiento y con la estrategia que su Director General lleva años tratando de construir? ¿Desde una óptica no deportiva es Mou el entrenador que este club debe tener?
- En el himno del club blanco se canta con orgullo:
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
Noble y bélico adalid,
caballero del honor.
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
A triunfar en buena lid,
defendiendo tu color
¡Hala Madrid!, Hala Madrid!, Hala Madrid!
Enemigo en la contienda,
cuando pierde da la mano
sin envidias ni rencores,
como bueno y fiel hermano.
¿Vosotros creéis que los valores de Mou encajan con esto? ¿Su comportamiento fuera y dentro del terreno de juego ensalzan estas ideas o las pisotean sin miramientos? ¿No deberían coincidir los valores de los profesionales con los del club para el que juegan o trabajan?
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
Noble y bélico adalid,
caballero del honor.
¡Hala Madrid!, ¡Hala Madrid!
A triunfar en buena lid,
defendiendo tu color
¡Hala Madrid!, Hala Madrid!, Hala Madrid!
Enemigo en la contienda,
cuando pierde da la mano
sin envidias ni rencores,
como bueno y fiel hermano.
¿Vosotros creéis que los valores de Mou encajan con esto? ¿Su comportamiento fuera y dentro del terreno de juego ensalzan estas ideas o las pisotean sin miramientos? ¿No deberían coincidir los valores de los profesionales con los del club para el que juegan o trabajan?
No sé algunos pensareis que son ideas poco importantes, que lo que manda son los títulos, que Mourinho sabe cómo hacer a sus equipos campeones, que tiene las claves para ganar la Champions… No sé, quizás a lo mejor tenéis razón y todo esto son nostalgia de otra época donde el deporte era el campo de los caballeros.
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jueves, 27 de mayo de 2010
¿Es bueno el fichaje de Mourinho?

- Si el fichaje de Mourinho es bueno o no, los resultados lo dirán. Lo hemos dicho muchas veces: al éxito (y al fracaso) siempre se le encuentran justificación. El problema de toda decisión de gestión es que se sustenta en unas expectativas, y luego, las expectativas se cumplen o no. Es el riesgo de toda inversión, como la vida misma.
- Hace un año el nuevo equipo directivo del Real Madrid apostó por un entrenador, Pellegrini, y un año después el chileno está fuera. ¿Fracaso del entrenador o del equipo directivo que le fichó? Algunos dirán que los directivos se equivocan y otros que ese equipo directivo no es válido. Cuestión de gustos, cuestión de interpretaciones... como la vida misma. Lo que sí sé se echa en falta en el fútbol falta un alto componente de retribución variable, tanto para jugadores como para directivos, que cuando los resultados no sean los esperados vean reducirse su nómina en un componente significativo.
- La llegada de Mourinho viene avalada por su trayectoria pasada en el Inter, Chelsea y Oporto. 18 títulos adornan su currículum, pero como sucede en la vida misma, resultados pasados no son garantía de resultados futuros. Cada desafío es un nuevo reto en el que hay que partirse la cara, y ningún desafío es fácil. Pensar lo contrario es ingenuidad.
- Todo éxito (o fracaso) es en términos comparativos. Por eso, a pesar de que el Real Madrid ha sumado el mayor número de puntos de su historia en la Liga, el Barcelona ha sido el campeón. ¿Qué quiero decir? Que no basta ser bueno (o muy bueno) sino mejor que el resto. Camacho dijo en una ocasión: "El principal problema del Madrid es el Barça". Lo bien o mal que lo haga el Madrid de Mourinho estará condicionado por lo bien o mal que lo haga el Barcelona de Pep.
- Con independencia de los resultados, Mourinho se va a beneficiar de una cosa: del trabajo hecho por Pellegrini. Al inicio de temporada llegaron nuevos jugadores (CR, Kaká, Benzema... hasta ocho) y nuevo entrenador y todo ese engranaje era necesario engrasarlo. Como decía Di Stéfano: "El fútbol no se juega sólo en el campo, se juega conociendo al compañero, al que más asiduamente tienes al lado; la colectividad hay que hacerla a base de entendimientos personales, el hablar, el charlar , el estar, no es sólo cuestión de ir a entrenar todos los días, es cuestión de convivir. Y ahí sale el entendimiento cerebral de los individuos, se sabe como respira el compañero, se sabe cómo funciona, sabes los movimientos, cómo se apoya, dónde mira...". Esa labor está hecha y no es peccata minuta.
- Al Real Madrid se le juzgará, fundamentalmente, por su trayectoria en la Champions League, que es donde compite de igual a igual con otros equipos de similares presupuestos y es donde tiene que demostrar que es un "grande". Sabemos que a partir de Octavos, el pase a la siguiente ronda de la competición es eliminatoria, y a partido de ida-vuelta cualquier error -arbitral, defensivo, etc- se paga carísimo. Por mucho equipo que se tenga, el éxito hay que ganárselo con sangre, sudor y lágrimas.
- Muchas veces el problema no es ganar o perder, sino el exceso de expectativas. Creer que con un nombre (Real Madrid) y con nombres (CR, Kaká, Higuaín...) se ganan títulos es una ingenuidad. La autocomplacencia es peligrosísima. Detrás de cualquier logro destacable hay mucha reciedumbre, concentración, labor de equipo, comunicación, ilusión, liderazgo, estudio de los contrarios, estado de ánimo, etc, etc, etc.
- El fútbol, como la vida, es ilusión, porque siempre que hay cambios sabiendo que previamente no ha habido éxitos, todo parece de color rosa. Ocurre habitualmente cuando comienza una nueva temporada. Esperanza a la enésima potencia que muchas veces carece de fundamento racional.
Sólo me queda una duda respecto al futuro: si Mourinho no ganase ningún título, ¿qué pasaría?.
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domingo, 16 de mayo de 2010
Lo que la victoria esconde (II)
En los libros de historia deportiva, en los famosos almanaques, aparecen los ganadores. A veces, los vencidos en la final. No si un equipo juega bien o mal. Si ha ganado con un esquema defensivo, o si ha perdido pero ha jugado haciendo poesía futbolística. Para unos lo importante es ganar, da igual cómo. Para otros hay un camino, una vía y no todo se centra en el resultadismo. Aunque, muchas veces se alaba esta última opción para escudarse en un fallido intento de lograr un título.
Ahora, en plena fase final toca el momento del análisis y retomando un post antíguo (Lo que la victoria esconde), me pregunto si los títulos sirven de excusa para apostar por el continuismo o hay que rehuir de esto para renovarse.
Igualmente, al revés: ¿La falta de títulos ha de ser sinónimo de revolución? En este sentido, la Selección Española de Baloncesto en esta última década me ha parecido un ejemplo a seguir como bien hemos refeljado en 'Basuketoboru': ha sabido formar un grupo fuerte compacto, homogéneo, con caracter etc y ha ido introduciendo paulatinamente -pese a la consecuicón de títulos- sangre fresca para garantizar un relevo generacional.
Hay varios ejemplos que tratar:
1. Atlético de Madrid. Tras un temporada más que turbulenta se ha logrado, de momento la Europa League, se opta a la Copa del Rey y a las respectivas Supercopas. Todo esto con cambio de entrenador de por medio, fichajes, bajas, el divorcio de la directiva (bicefálica, para enrarecer todo esto un poco más) con la dirección deportiva y declaraciones encontradas entre los dirigentes llegándose a lamentar la no venta de algunas de las grandes estrellas del equipo que a la postre han sido decisivos para a consecución del título/s.
Lo que meses atrás parecía un desastre ahora es todo alegría con celebración por las calles de Madrid. ¿Ahora qué? ¿Los éxitos lo camuflan todo? ¿Hay que ignorar los éxitos y hacer revolución? ¿Fichajes y bajas? ¿El entrenador ha de seguir? ¿Si es así es por que han llegado títulos o porque hay un trabajo detrás? ¿La dirección deportiva ha de continuar o se ha de ir en otra dirección? ¿Si no se sigue, cómo se explica tras la llegada de los títulos?
2. FC Barcelona. Repetir lo irrepetible era complicado y de seis títulos ha vuelto a conquistar uno: la Liga. La más cara en puntos de la historia y en la última jornada. ¿Éxito o fracaso? Solo uno título frente a los históricos seis, las cuentas son claras, los dos fichajes, el multimillonario Ibrahmovic y el costoso Chygrinsky, no han rendido y se queda algún que otro cadaver en el armario futbolístico de Guardiola, como es el caso de Henry (además de Ibra). Pero en global, las sensaciones transmitidas son positivas: hay equipo, un proyecto, un estilo, una forma de entender el fútbol con jugadores muy comprometidos y con jóvenes jugadores salidos de la cantera con roles muy importantes dando continuidad al proyecto. Además, parece que el fichaje de David Villa está atado y Cesc podría estar en camino.
¿Ahora qué? ¿Tabla rasa, muchos fichajes o pequeños retoques? Parece que esto último salvo que serán pequeños retoques pero de gran calidad. ¿Guardiola ha perdido crédito? ¿Y la dirección deportiva? ¿Habrán aprendio ambas partes del verano pasado con el tema de los fichajes? Y una importante: ¿Cómo impactará la llegada del nuevo presidente? ¿Si no es de la linea continuista de Laporta, el no delfín marcará otro rumbo? ¿Se hará notar o apostará por una línea de perfil bajo?
3. Real Madrid. Primer año de mandato de Florentino Pérez tras su cacareado regreso salvador y acaba igual que los anteriores tres antes de su espantada años atrás: en blanco. Cuatro años, ningún título. Esta última temporada si cabe aun más sangrante que las anteriores por los costosísimos fichajes de Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y Xavi Alonso (Granero, Albiol y Arbeloa al margen). Está claro que armar un proyecto requiere su tiempo, pero las sensaciones que transmite este no son nada positivas. Desde el principio, tal y como reflejamos en un post anterior, dio la sensación que la botadura del lujosísimo transatlántico de Florentino empezó con una grieta enorme en el casco: Pellegrini llegó como entrenador casi con alfileres, como bien demostró la corta duración de su contrato. (En cambio en la sección de baloncesto fue al reves: el equipo entorno al entrenador, Messina, aunque los resultados van camino de ser los mismos). Y nunca hubo un mensaje claro, rotundo y categórico de aporyo al técnico frente a las críticas.
¿Ahora qué? Si se hace caso a las proféticas palabras de Florentino, poco debería suceder ya que anunció a bombo y platillo que haría en un año lo que se tendría que hacer en tres. Si esto es así, será difícil de comprender ya que las sensaciones, respecto al Barça, no pueden ser peores. ¿Si se despide a Pellegrini, a quién se pone? ¿A Mourinho? ¿Otro nuevo bandazo en búsqueda de un estilo de juego que nunca se ha llegado a instalar bajo los mandatos de Florentino salvo con Del Bosque (al que echaron por la puerta de atrás)? ¿A seguir tirando de talonario como el verano pasado sin resultado alguno? ¿Otra vez listas negras de jugadores para que al final sigan los mismos? Igual es el momento de hacer un análisis profundo y evaluar realmente si el concepto de fichar cromos galácticos conduce a algún sitio. ¿Sucederá esto o se seguirán despejando balones fuera eludiendo culpas y buscando falsos culpables?
Ahora, en plena fase final toca el momento del análisis y retomando un post antíguo (Lo que la victoria esconde), me pregunto si los títulos sirven de excusa para apostar por el continuismo o hay que rehuir de esto para renovarse.
Igualmente, al revés: ¿La falta de títulos ha de ser sinónimo de revolución? En este sentido, la Selección Española de Baloncesto en esta última década me ha parecido un ejemplo a seguir como bien hemos refeljado en 'Basuketoboru': ha sabido formar un grupo fuerte compacto, homogéneo, con caracter etc y ha ido introduciendo paulatinamente -pese a la consecuicón de títulos- sangre fresca para garantizar un relevo generacional.
Hay varios ejemplos que tratar:
1. Atlético de Madrid. Tras un temporada más que turbulenta se ha logrado, de momento la Europa League, se opta a la Copa del Rey y a las respectivas Supercopas. Todo esto con cambio de entrenador de por medio, fichajes, bajas, el divorcio de la directiva (bicefálica, para enrarecer todo esto un poco más) con la dirección deportiva y declaraciones encontradas entre los dirigentes llegándose a lamentar la no venta de algunas de las grandes estrellas del equipo que a la postre han sido decisivos para a consecución del título/s.
Lo que meses atrás parecía un desastre ahora es todo alegría con celebración por las calles de Madrid. ¿Ahora qué? ¿Los éxitos lo camuflan todo? ¿Hay que ignorar los éxitos y hacer revolución? ¿Fichajes y bajas? ¿El entrenador ha de seguir? ¿Si es así es por que han llegado títulos o porque hay un trabajo detrás? ¿La dirección deportiva ha de continuar o se ha de ir en otra dirección? ¿Si no se sigue, cómo se explica tras la llegada de los títulos?
2. FC Barcelona. Repetir lo irrepetible era complicado y de seis títulos ha vuelto a conquistar uno: la Liga. La más cara en puntos de la historia y en la última jornada. ¿Éxito o fracaso? Solo uno título frente a los históricos seis, las cuentas son claras, los dos fichajes, el multimillonario Ibrahmovic y el costoso Chygrinsky, no han rendido y se queda algún que otro cadaver en el armario futbolístico de Guardiola, como es el caso de Henry (además de Ibra). Pero en global, las sensaciones transmitidas son positivas: hay equipo, un proyecto, un estilo, una forma de entender el fútbol con jugadores muy comprometidos y con jóvenes jugadores salidos de la cantera con roles muy importantes dando continuidad al proyecto. Además, parece que el fichaje de David Villa está atado y Cesc podría estar en camino.
¿Ahora qué? ¿Tabla rasa, muchos fichajes o pequeños retoques? Parece que esto último salvo que serán pequeños retoques pero de gran calidad. ¿Guardiola ha perdido crédito? ¿Y la dirección deportiva? ¿Habrán aprendio ambas partes del verano pasado con el tema de los fichajes? Y una importante: ¿Cómo impactará la llegada del nuevo presidente? ¿Si no es de la linea continuista de Laporta, el no delfín marcará otro rumbo? ¿Se hará notar o apostará por una línea de perfil bajo?
3. Real Madrid. Primer año de mandato de Florentino Pérez tras su cacareado regreso salvador y acaba igual que los anteriores tres antes de su espantada años atrás: en blanco. Cuatro años, ningún título. Esta última temporada si cabe aun más sangrante que las anteriores por los costosísimos fichajes de Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y Xavi Alonso (Granero, Albiol y Arbeloa al margen). Está claro que armar un proyecto requiere su tiempo, pero las sensaciones que transmite este no son nada positivas. Desde el principio, tal y como reflejamos en un post anterior, dio la sensación que la botadura del lujosísimo transatlántico de Florentino empezó con una grieta enorme en el casco: Pellegrini llegó como entrenador casi con alfileres, como bien demostró la corta duración de su contrato. (En cambio en la sección de baloncesto fue al reves: el equipo entorno al entrenador, Messina, aunque los resultados van camino de ser los mismos). Y nunca hubo un mensaje claro, rotundo y categórico de aporyo al técnico frente a las críticas.
¿Ahora qué? Si se hace caso a las proféticas palabras de Florentino, poco debería suceder ya que anunció a bombo y platillo que haría en un año lo que se tendría que hacer en tres. Si esto es así, será difícil de comprender ya que las sensaciones, respecto al Barça, no pueden ser peores. ¿Si se despide a Pellegrini, a quién se pone? ¿A Mourinho? ¿Otro nuevo bandazo en búsqueda de un estilo de juego que nunca se ha llegado a instalar bajo los mandatos de Florentino salvo con Del Bosque (al que echaron por la puerta de atrás)? ¿A seguir tirando de talonario como el verano pasado sin resultado alguno? ¿Otra vez listas negras de jugadores para que al final sigan los mismos? Igual es el momento de hacer un análisis profundo y evaluar realmente si el concepto de fichar cromos galácticos conduce a algún sitio. ¿Sucederá esto o se seguirán despejando balones fuera eludiendo culpas y buscando falsos culpables?
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sábado, 10 de abril de 2010
Real Madrid vs Barcelona: más que fútbol

Escribo este post antes de que se celebre el clásico de todas las temporadas de la liga española y luego adrede, quiero dar a mis palabras el sentido del acontecimiento y no el análisis del resultado y el diagnóstico de las causas que lo motivaron, ni las consecuencias que ese resultado tendrá para ambos equipos.
Un Madrid-Barcelona, es sin duda uno de los acontecimientos mundiales más importantes que tiene el fútbol, hay otros también muy importantes, pero nadie puede poner en duda que este enfrentamiento es ha sido y será uno de los eventos más importantes que todos los años nos da el fútbol.
Y es de esto de lo que quiero hablar, del impacto social que vamos a vivir en los próximos días y por ello de la importancia de todo lo que suceda en torno a él.
Es difícil que a lo largo de la semana previa al encuentro hayamos podido aproximarnos a un medio de comunicación de nuestro país en dónde no se haya hablado de algo relacionado con lo que sucederá el próximo dia 10 a las 22 hh. Las televisiones, las radios, los periódicos, tanto los deportivos como el resto, nos están bombardeando con alineaciones pronósticos, anuncios del fin del mundo para entrenadores, catástrofes que se desencadenarán para el equipo que pierda la contienda y un sinfín de propuestas cargadas de sentimientos, ilusiones, pasión y en fin, todo lo que seamos capaces de imaginar.
Que grandísima oportunidad para aprovechar esa fuerza que supone el enfrentamiento y trasladar verdaderos referentes que ayudasen a demostrar que el fútbol es algo más que un deporte, que en el fútbol podemos ver reflejado todo lo bueno y lo malo que tiene nuestra sociedad, pero podemos verlo en algo sabiendo que es una confrontación incruenta, un juego, un acontecimiento que volverá a repetirse dos veces al año todas las temporadas y que la situación cambia radicalmente de un año para otro, pensemos en el Madrid-Barcelona de la temporada 2007-2008 en la que el Barcelona hizo el pasillo a un Real Madrid triunfante y en dónde recibió un resultado muy duro en forma de goleada y tan solo dos meses después, el Real Madrid-Barcelona del 2008-2009 supuso para el Real Madrid una derrota también en términos de goleada pero de signo contrario.
Todo eso es el fútbol. Una réplica de la vida que se repite todos los años en el caso de las competiciones locales y continentales y cada cuatro años en el caso de las confrontaciones entre naciones.
Hay un equipo que gana y todos luchan con la ilusión de alguna vez ser el agraciado, pero la mayoría no lo conseguirá nunca o es muy difícil que lo consiga.
Pues bien, qué oportunidad para que directivos, técnicos, jugadores, aficionados, periodistas, etc. demuestren la grandeza de los comportamientos:
• Previamente al partido con templanza en las afirmaciones, con ilusión por la lucha y el esfuerzo en búsqueda de la victoria con el respeto que merece todo contrincante que no enemigo, invitando a todos a participar en ese grandioso momento del espectáculo, viviendo las aficiones el comportamiento que todos deseamos, apoyo incondicional a los suyos y respeto al contrario y por supuesto asunción del resultado con madurez, sea el que sea.
• Durante el encuentro en ese momento en el que cientos de millones de personas en todo el mundo están pendientes en tiempo real de lo que está sucediendo en el césped, jugadores, afición y directivos deberán ser un ejemplo de los valores que el deporte debe atesorar y que desgraciadamente tantas veces están ausentes en los enfrentamientos deportivos: Lucha, esfuerzo, ilusión, entrega, respeto, valentía, trabajo en equipo, solidaridad, deportividad, simpatía, templanza, equilibrio, todo eso y mucho más puede verse reflejado en lo que suceda en el palco, en los banquillos, en las gradas y en el césped y todo el mundo en todos los continentes lo va a ver.
• Y por último después de la contienda, la aceptación del resultado y el tratamiento de la victoria y de la derrota y su digestión como un ejercicio más de referencia para el mundo.
No sé cuál será el resultado, a mí me gustaría uno, y es que cuando todos los que hayan visto el partido lo recuerden y hablen de él, digan “qué partido tan impresionante, el juego fue maravilloso pero el comportamiento de todos ha sido ejemplar y eso es lo más importante”. Que todo el mundo mire con sana envidia a nuestro país, en dónde dos de los más grandes equipos del mundo compiten ejemplarmente por ser el mejor de ese día o de ese año.
Todo lo demás, es…
Y si se cumple todo eso, a mí me gustaría algo más, que gane el mejor pero lo siento, espero que el mejor sea el Real Madrid.
Un Madrid-Barcelona, es sin duda uno de los acontecimientos mundiales más importantes que tiene el fútbol, hay otros también muy importantes, pero nadie puede poner en duda que este enfrentamiento es ha sido y será uno de los eventos más importantes que todos los años nos da el fútbol.
Y es de esto de lo que quiero hablar, del impacto social que vamos a vivir en los próximos días y por ello de la importancia de todo lo que suceda en torno a él.
Es difícil que a lo largo de la semana previa al encuentro hayamos podido aproximarnos a un medio de comunicación de nuestro país en dónde no se haya hablado de algo relacionado con lo que sucederá el próximo dia 10 a las 22 hh. Las televisiones, las radios, los periódicos, tanto los deportivos como el resto, nos están bombardeando con alineaciones pronósticos, anuncios del fin del mundo para entrenadores, catástrofes que se desencadenarán para el equipo que pierda la contienda y un sinfín de propuestas cargadas de sentimientos, ilusiones, pasión y en fin, todo lo que seamos capaces de imaginar.
Que grandísima oportunidad para aprovechar esa fuerza que supone el enfrentamiento y trasladar verdaderos referentes que ayudasen a demostrar que el fútbol es algo más que un deporte, que en el fútbol podemos ver reflejado todo lo bueno y lo malo que tiene nuestra sociedad, pero podemos verlo en algo sabiendo que es una confrontación incruenta, un juego, un acontecimiento que volverá a repetirse dos veces al año todas las temporadas y que la situación cambia radicalmente de un año para otro, pensemos en el Madrid-Barcelona de la temporada 2007-2008 en la que el Barcelona hizo el pasillo a un Real Madrid triunfante y en dónde recibió un resultado muy duro en forma de goleada y tan solo dos meses después, el Real Madrid-Barcelona del 2008-2009 supuso para el Real Madrid una derrota también en términos de goleada pero de signo contrario.
Todo eso es el fútbol. Una réplica de la vida que se repite todos los años en el caso de las competiciones locales y continentales y cada cuatro años en el caso de las confrontaciones entre naciones.
Hay un equipo que gana y todos luchan con la ilusión de alguna vez ser el agraciado, pero la mayoría no lo conseguirá nunca o es muy difícil que lo consiga.
Pues bien, qué oportunidad para que directivos, técnicos, jugadores, aficionados, periodistas, etc. demuestren la grandeza de los comportamientos:
• Previamente al partido con templanza en las afirmaciones, con ilusión por la lucha y el esfuerzo en búsqueda de la victoria con el respeto que merece todo contrincante que no enemigo, invitando a todos a participar en ese grandioso momento del espectáculo, viviendo las aficiones el comportamiento que todos deseamos, apoyo incondicional a los suyos y respeto al contrario y por supuesto asunción del resultado con madurez, sea el que sea.
• Durante el encuentro en ese momento en el que cientos de millones de personas en todo el mundo están pendientes en tiempo real de lo que está sucediendo en el césped, jugadores, afición y directivos deberán ser un ejemplo de los valores que el deporte debe atesorar y que desgraciadamente tantas veces están ausentes en los enfrentamientos deportivos: Lucha, esfuerzo, ilusión, entrega, respeto, valentía, trabajo en equipo, solidaridad, deportividad, simpatía, templanza, equilibrio, todo eso y mucho más puede verse reflejado en lo que suceda en el palco, en los banquillos, en las gradas y en el césped y todo el mundo en todos los continentes lo va a ver.
• Y por último después de la contienda, la aceptación del resultado y el tratamiento de la victoria y de la derrota y su digestión como un ejercicio más de referencia para el mundo.
No sé cuál será el resultado, a mí me gustaría uno, y es que cuando todos los que hayan visto el partido lo recuerden y hablen de él, digan “qué partido tan impresionante, el juego fue maravilloso pero el comportamiento de todos ha sido ejemplar y eso es lo más importante”. Que todo el mundo mire con sana envidia a nuestro país, en dónde dos de los más grandes equipos del mundo compiten ejemplarmente por ser el mejor de ese día o de ese año.
Todo lo demás, es…
Y si se cumple todo eso, a mí me gustaría algo más, que gane el mejor pero lo siento, espero que el mejor sea el Real Madrid.
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lunes, 15 de marzo de 2010
Real Madrid eliminado de la Champions. ¿Y ahora qué?

El miércoles pasado el Real Madrid se vio apeado de la Champions por un modesto Olympic de Lyon. Un serio varapalo para un equipo que quería aspirar a lo más alto, al menos sobre el papel. La reflexión que quiero compartir con vosotros hoy es cómo afrontar el día siguiente. Cómo levantar a un equipo después de sufrir un golpe, que interpreto que debe haber sido duro, al menos para los buenos profesionales del equipo.
Sin duda es un momento muy delicado y complicado, y para que lo comprendáis un poco mejor os voy a contar una experiencia similar que yo viví cuando entrenaba al Joventut de Badalona.
En mi segunda temporada en el Joventut, tras ganar la liga ACB la temporada anterior, llegamos a la Final Four de Estambul como el mejor equipo europeo del momento tras vencer en el partido de semifinales al Estudiantes. En la gran final nos esperaba el Partizan de Belgrado, dirigido por Zeljko Obradovic y liderado por dos cracks que eran Predrag Danilovic y Aleksandar Djordjevic.
Fue un partido de mucha tensión para todos nosotros, tanta que algunas de nuestras estrellas la acusaron demasiado y no consiguieron brillar a su nivel habitual. Aún así llegamos al final del partido empatados, y a pocos segundos de la conclusión, nuestro base Tomás Jofresa logró una canasta que nos ponía dos puntos arriba. La victoria estaba muy cerca, casi podíamos tocarla, pero de repente apareció Djordjevic. Nunca olvidaré como Sasha cruzó toda la cancha y lanzó, justo delante de mí, un triple imposible, cayéndose, desequilibrado, pero decisivo que entró, acabando con nuestro sueño y dando la victoria al Partizan por un punto en el último segundo de partido.
Aquí podéis ver los últimos minutos de partido para que os pongáis en situación:
La decepción fue inmensa. Éramos mejor equipo, jugamos mermados por la falta de experiencia en estos partidos y aún así íbamos ganando 5 segundos antes del pitido final, pero en un abrir y cerrar de ojos todo por lo que habíamos peleado tanto tiempo se esfumó ante nuestros atónitos ojos.
¿Cómo se levanta esto? ¿Cómo se recompone una ilusión hecha trizas? ¿Cómo se logra que un equipo recupere las fuerzas para seguir peleando el fin de semana siguiente? No sé si hay fórmulas para esto, yo sólo sé que nos fuimos al vestuario y que lloramos, que nos lamentamos una y mil veces de lo cerca que lo habíamos tenido y de la oportunidad que se nos había escapado.
La verdad es que tenía un gran equipo, muy profesional y con un gran espíritu de lucha, pero sin duda habíamos entrado en una gran crisis. En aquel momento pensé que la adversidad que nos embargaba podía ser una gran oportunidad para poder realizar cambios en nuestro trabajo que nos ayudara a combatir la propia crisis, y me recordé a mí mismo que el entrenador debe influir con su actitud, para que los jugadores actúen de forma responsable y conseguir que sean productivos. En ello me apoye, y tras las lágrimas, al día siguiente me puse manos a la obra, intentando trasmitirles un nuevo reto, otro motivo por el que seguir luchando: ganar la Liga. ¿Y cómo lo hice?:
- Siendo objetivo a la hora de identificar los problemas y definir la estrategia.
- Buscando nuevos retos que ayudaran al equipo a recuperar la motivación.
- Consiguiendo la confianza de los jugadores a base de cambios de estrategias. Los entrenamientos son fundamentales.
- Encarando los problemas y conflictos. ¿Será verdad lo de Ronaldo e Higüaín?, pues, a atajar el problema.
- No especulando con lo que ocurría. Di una información trasparente y veraz a los jugadores y a la opinión pública.
- Luchando por mantener los valores, lealtad, integridad, honestidad, esfuerzo, sacrificio, etc.
- Y pidiéndoles, SER UN EQUIPO, no con palabras, sino con hechos. Es la mejor manera de combatir una crisis.
Los profesionales, los equipos, logran su sentido cuando tienen un objetivo, un reto que conquistar, y eso fue lo que les di. Teníamos que resarcirnos y volver a ser campeones de la ACB. Y funcionó, aquel año, tras la decepción de Estambul, llegó la alegría y conseguimos ganar por segunda vez consecutiva la liga.
No sé como lo enfocara Pellegrini (para empezar tendría que cambiar su imagen de derrotado, ya que no debe olvidar que él es la cabeza visible del equipo, el jefe, y por lo tanto la persona en la que se tienen que fijar sus jugadores para salir adelante y con esa tristeza lo único que conseguirá es que el equipo entre en una etapa de profunda melancolía que le hará un daño irreversible. ¡Por favor Sr. Pellegrini, sonría! Y recupere su personalidad de gran entrenador, por Ud. y por el equipo). No sé si la plantilla actual del Real Madrid tiene los pilares que tenía aquel gran equipo de la Penya, pero, si por algo se mide a los campeones es por su capacidad de mantenerse en pie, y por ser capaces de levantarse una vez más que sus rivales.
Lolo Sainz
Lolo Sainz
P.D. No es mi intención criticar al Sr. Pellegrini, al que tengo por un gran profesional y al que debo un gran respeto, y que estoy seguro que llevará al Real Madrid a grandes logros. Simplemente me he limitado a exponer lo que me paso a mí hace muchos años y que considero que hay una gran similitud entre ambas situaciones. Por eso, los dos nos llamamos Manuel.
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jueves, 18 de febrero de 2010
Molowny y el contrato social

El reciente fallecimiento de D. Luis Molowny me ha traido a la mente un artículo que publiqué años atrás en la revista Mediapunta, que reproduzco íntegamente. Molowny, un entrenador con "Don".
Entrenadores, hay muchos. Los hay nacionales y extranjeros, estrictos y flexibles, de la casa y de talonario, vehementes y fríos, científicos y verborreicos… Sin embargo, la característica que los clasifica en una taxonomía definitiva es la confianza. La confianza es una esperanza firme que se tiene en una persona. A mi parecer, la máxima expresión de la confianza en el fútbol nacional ha sido Luis Molowny.
La carrera como entrenador de Luis Molowny estuvo precedida por su brillante andadura como jugador. Con sólo veintiún años, en 1946, es traspasado del Marino de Las Palmas al Real Madrid en una operación audaz del club blanco. Don Santiago Bernabéu, tras leer en “La Vanguardia” el interés del F.C. Barcelona por el jugador, envió en avión a Quincoces a las islas para, de esta forma, adelantarse a la delegación del Barça, que viajaba en barco, y hacerse con los servicios del jugador canario. “El Mangas”, apodado de esta manera por cogerse el extremo de la zamarra con los puños (hay quien dice que para protegerse del frío mesetario capitalino), era un extremo exquisito que suplía su limitada velocidad con una técnica depurada y un extraordinario regate. Con el Madrid, conquistó dos Copas de Europa, tres Ligas y una Copa del Rey. Fue internacional en 7 ocasiones, representando a España en el Mundial de Brasil 1950. En 1957 es traspasado a la U.D. Las Palmas donde colgaría las botas tres años después.
Analizando su figura con la perspectiva del tiempo, Don Luis con toda probabilidad ponía en práctica con éxito una de las teorías de mayor calado que explican la formación de grupos humanos: el contrato social. En el universo del vestuario, Molowny establecía un compromiso entre personas. Aquellos pactos sociales no parecían estar basados en el sometimiento a una autoridad superior, sino en la cooperación de iguales que desempeñan distintos roles para lograr el bien común. El filósofo francés Rousseau defendió que el vínculo en el contrato social no se hallaba en la fuerza o la sumisión, por el contrario, los hombres voluntariamente se someten a las reglas de la sociedad, a cambio de beneficios mayores. Supongo que, en este controvertido tema de la motivación y la dirección de personas, las teorías fundamentales están establecidas muchos años atrás, y puestas en práctica con éxito en todos los ámbitos de aplicación, incluido el fútbol. Molowny, impulsado por su liderazgo humano, generaba confianza en los aficionados y motivaba al vestuario para alcanzar sus objetivos. Considero que, en esencia, esa es la tarea del entrenador. Parece que hay muchos que lo han olvidado.
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lunes, 1 de febrero de 2010
El fútbol es la única vía de escape
"El fútbol es la única vía de escape en el infierno de Haití", comentaba hace unos días Yves Jean-Bart, Presidente de la Federación Haitiana. Y continuaba: "Los niños, a pesar de la desgracia, siguen jugando en las calles con la misma ilusión de siempre. Para nosotros es lo único que tenemos. Estamos desesperados porque la ayuda no llega. Falta agua y comida, pero no perdemos la alegría".
La importancia del fútbol en Haití es tal que el Presidente de la Federación mandó hace unos días una carta a la Embajada de Estados Unidos pidiendo que "no se destruyan las canchas de fútbol. Los helicópteros del Ejercito aterrizan allí y no dejan sitio para que los niños puedan jugar".
A pesar de que la adversidad de la situación, de que la tierra sigue temblando y de la lluvia y los mosquitos (los grandes problemas ahora), los haitianos no se perdieron el Madrid y Barça del pasado fin de semana: "Las calles se paralizaron. El país se divide en dos cuando juegan ambos equipos", aseguraba Yves Jean-Bart.
Desde España se ha planteado a través de Facebook la posibilidad de jugar un "clásico" Madrid-Barça en el país caribeño. Yves Jean-Bart, consciente de esta iniciativa, apunta: "Sería fantástico. Con la ayuda del fútbol podremos salir adelante más pronto. Queremos dar las gracias a todos los españoles. Los clubes han dado una muestra de gran humanidad". El Real Madrid ha puesto en marcha el "Proyecto Haití: Construir el Futuro" para reconstruir una escuela en Haití.
A menudo, cuando los periodistas me preguntan sobre el fenómeno fútbol, casi todas sus cuestiones se centran en tres aspectos: política, economía y pasión social. Pocas veces reparan en que el fútbol es una gran caja de resonancia cuyo poder y rapidez de convocatoria es inigualable.
Cuando hay una desgracia, el fútbol es la primera alternativa a la que se acude, y éste, siempre generoso está ahí para tender una mano. El fútbol ha prestado su ayuda a todo tipo de causas: contra la pobreza, contra la droga, contra los accidentes de tráfico o cuando hay catástrofes naturales (como los tsunamis de Aceh en la isla indonesia de Sumatra en 2004 o el último terremoto de Haití).
Deberíamos ser justos con este deporte, y además de poner el énfasis en si es un negocio, si se utiliza políticamente o si es caldo de cultivo de episodios violentos, saber descubrir sus enormes posibilidades al servicio de los demás. Jules Rimet en su obra Le fútbol et le rapprochement des peuples (El fútbol y el acercamiento de los pueblos) destacaba “la aptitud del fútbol para suscitar la comprensión y el acercamiento mutuo”. Así es..
La importancia del fútbol en Haití es tal que el Presidente de la Federación mandó hace unos días una carta a la Embajada de Estados Unidos pidiendo que "no se destruyan las canchas de fútbol. Los helicópteros del Ejercito aterrizan allí y no dejan sitio para que los niños puedan jugar".
A pesar de que la adversidad de la situación, de que la tierra sigue temblando y de la lluvia y los mosquitos (los grandes problemas ahora), los haitianos no se perdieron el Madrid y Barça del pasado fin de semana: "Las calles se paralizaron. El país se divide en dos cuando juegan ambos equipos", aseguraba Yves Jean-Bart.
Desde España se ha planteado a través de Facebook la posibilidad de jugar un "clásico" Madrid-Barça en el país caribeño. Yves Jean-Bart, consciente de esta iniciativa, apunta: "Sería fantástico. Con la ayuda del fútbol podremos salir adelante más pronto. Queremos dar las gracias a todos los españoles. Los clubes han dado una muestra de gran humanidad". El Real Madrid ha puesto en marcha el "Proyecto Haití: Construir el Futuro" para reconstruir una escuela en Haití.
A menudo, cuando los periodistas me preguntan sobre el fenómeno fútbol, casi todas sus cuestiones se centran en tres aspectos: política, economía y pasión social. Pocas veces reparan en que el fútbol es una gran caja de resonancia cuyo poder y rapidez de convocatoria es inigualable.
Cuando hay una desgracia, el fútbol es la primera alternativa a la que se acude, y éste, siempre generoso está ahí para tender una mano. El fútbol ha prestado su ayuda a todo tipo de causas: contra la pobreza, contra la droga, contra los accidentes de tráfico o cuando hay catástrofes naturales (como los tsunamis de Aceh en la isla indonesia de Sumatra en 2004 o el último terremoto de Haití).
Deberíamos ser justos con este deporte, y además de poner el énfasis en si es un negocio, si se utiliza políticamente o si es caldo de cultivo de episodios violentos, saber descubrir sus enormes posibilidades al servicio de los demás. Jules Rimet en su obra Le fútbol et le rapprochement des peuples (El fútbol y el acercamiento de los pueblos) destacaba “la aptitud del fútbol para suscitar la comprensión y el acercamiento mutuo”. Así es..
lunes, 7 de diciembre de 2009
Divismos

Y luego está esto del fútbol. Claro. Son muchos los ejemplos de divismo en el mundo del fútbol, en el de antes, aunque en menor medida, y en el de ahora. Se trata de otro tipo de excesos, resulta evidente. Pero son excesos, no lo olvidemos. Hablemos del Real Madrid-Almería.
Un día de incipiente frío mesetario de principios de diciembre, en pleno puente, el Almería visita el Bernabéu. Un buen portero (Diego Alves), un interior rápido de la estirpe íbera-escurridiza tan característica de las Hispanias Bética, Lusitana y Tarraconense (Albert Crusat), un medio granítico de destacables cualidades defensivas (M’bami) y algunos honrados profesionales más, dirigidos por el mejor rematador de la historia de Chamartín (Hugo Sánchez). Entre los locales, Cristiano vuelve al Bernabéu en Liga. La cosa empieza muy bien para los blancos. Pero Alves hace su trabajo. Tras 20 minutos frenéticos de empuje blanco, Alves mantiene su red tal y como la dejó el linier. Diez minutos después, Cristiano, acostado a la derecha del gol norte, centra con clase a la cabeza Ramos. Sergio se eleva, poderoso, sobre Acasiete, algo tímido, la verdad. Golazo. Tras la celebración circense del sevillano, Cristiano, le recuerda que el pase ha sido suyo. Nos vamos al descanso.
En el inicio de la segunda parte, el Real Madrid se descompone (según un agudo espectador sentado a mi espalda, aún más de lo que estaba…). Iker salva una estirándose abajo a su izquierda. En la jugada siguiente, en pleno desconcierto blanco, Soriano empata de rebote. Luego, Uche marca también. El rumor va en aumento. Cristiano se agita. Se le tuerce la cosa. Escucha algo resignado las indicaciones de Alonso que, superado por M’bami, trata de recomponer la figura del equipo con evidentes gestos que exhortan a sus compañeros a juntar las líneas. Cristiano va a lo suyo. En una jugada como otra cualquiera, agrede a Crusat, al que le saca una cabeza. Roja directa, espeta el parroquiano de detrás, algo mosqueado ya. Y esto es lo que piden los jugadores del Almería. El portugués, lejos de arrepentirse, manda callar a sus oponentes. Mantenella e no enmendalla. Alonso ladea la cabeza.
El empuje del Madrid propicia el empate de Higuaín y, tras esto, viene la jugada del penalti, a juicio de muchos, inexistente. Cristiano se apodera de la pelota, decidido a arreglar el desaguisado pateando desde los once metros. Chuta con su derecha a la derecha de Alves quien, adivinando la trayectoria, se estira y salva. El rechace lo recoge Benzema que, a la sazón, llega con presteza sospechosa. Marca, eso sí, de forma inapelable. Cristiano se queda absorto en los once metros. Granero se dirige al luso quien, en su mundo de divo, no comprende cómo él no forma parte de la fiesta. Ni mira a su compañero.
Aquello sigue, ya en otro tono, con el Almería muy menguado. Dos minutos después, Higuaín se escapa por la derecha. En su carrera, ve a Cristiano que cobra ventaja por el centro gracias a su extraordinaria velocidad. Centra. Cristiano acomoda su carrera a la llegada del balón y marca. En su celebración se dirige a la esquina este del fondo sur, justo al lado contrario de donde le llegó el pase. Donde están los fotógrafos. Va quitándose la camiseta. Cuando por fin se zafa de ella, le espera la foto. Allí está él, sin un compañero que le haga sombra. Como un Antínoo del siglo XXI. Pleno de sí.
Tarjeta amarilla, era evidente. Cinco minutos después, llega el exceso final. En una jugada donde Cristiano tuvo la oportunidad de combinar con hasta tres compañeros, se entregó a la filigrana innecesaria. Ortiz, que no quiere ser parte de la fiesta, le tira una tarascada fea. El portugués devuelve el golpe aún más a destiempo. Segunda amarilla. Igual era roja directa, pero como indica el acta, se trata de la segunda amarilla. Dos espectadores a mi derecha comentan, algo azorados, el pase de modelos del cuarto gol y se acuerdan de su inutilidad. El agudo parroquiano recuerda que el próximo partido de liga se juega en Mestalla, que no es poca cosa. Este ha sido el partido de Cristiano, para lo bueno, que es muchísimo y para lo malo, que es más de lo que debería.
Cristiano vale el precio de la entrada. Y es, de largo, el mejor jugador del equipo. Sin embargo, se hace difícil pensar en un liderazgo del luso en el grupo a tenor de su comportamiento. ¿Cómo se podría adecuar sus actuaciones a lo que se espera de él? ¿de qué forma se han de conducir sus excesos? ¿cómo gestionarlo? ¿quién debe hacerlo? En suma, ¿cómo alinear los objetivos individuales con los grupales en los equipos humanos? Aquella vieja pregunta con una esquiva respuesta...
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Ricardo Colomo Palacios
lunes, 16 de noviembre de 2009
¡Estrellas Castigadas!

Detrás de estas ausencias puede haber muchas causas, algunas que intuyo y otras que seguro desconozco, pero desde luego todas ellas me dan pie a hablar del hecho de castigar a los jugadores importantes sin jugar.
Yo soy contrario a estas medidas, como soy contrario a las rotaciones por sistema: los grandes jugadores están para jugar y las rotaciones deben responder a la realidad de cada encuentro, y no a las suposiciones ideales que un entrenador se pueda hacer en su despacho.
Sin duda, en Baloncesto es mucho menos complicado que en futbol, ya que las reglas de juego son más abiertas en cuanto a cambios se refieren, y te dan pie a manejar los tiempos de juego de cada jugador según el devenir del partido.
Sentar a una estrella por castigo, que es distinto de sentarla para darle descanso (como ha sido el caso de este fin de semana de Xavi o Iniesta contra el Mallorca), ó porque su estado de forma sea lamentable, es malo para el equipo que no puede contar con su aportación, además de perder imagen frente al rival, es malo para el Club que ha invertido para obtener un rendimiento por ese jugador, deportivo y publicitario, y al mismo tiempo es malo para los espectadores que pagan por verles jugar.
Esta práctica del castigo era utilizada por la Universidades Norteamericanas, ahora desgraciadamente cada vez menos, con los jugadores jóvenes a los que les obligaban a que su trayectoria académica fuera positiva para poder jugar, medida importante para su propio desarrollo profesional y personal. Pero a nivel profesional las estrellas ya no son universitarios.
Creo que hay otras formas de solucionar un conflicto con un gran profesional más que relegarlo al banquillo. Apartarlo parece una solución fácil, pero no es buena porque en primer lugar atacamos el ego del jugador, factor muy delicado con este tipo de estrellas y en segundo lugar hacemos público un tema que debe ser privado, con lo que complicamos notablemente su solución.
Yo apuesto por el dialogo cara a cara, por dedicar tiempo a hablar con el jugador, para tratar de comprender cuales son los factores que le hacen comportarse de forma inadecuada. Detrás de un conflicto, de un bajo rendimiento, de una actitud desafiante, suele haber causas profesionales y no profesionales que lo provocan. Si no eres capaz de identificarlas y de actuar sobre ellas, no hay tiempo en el banquillo ni semanas fuera de la lista de convocados que lo solucione.
El dialogo es más efectivo que el látigo, trabajar la relación más útil que el castigo, pero desde luego estás soluciones llevan más tiempo, mayor habilidad en la gestión de personas y desde luego más implicación por parte del líder.
Por supuesto, respeto todas las medidas que utilizan los entrenadores para buscar soluciones a los problemas del rendimiento de sus jugadores, ya que cada maestrillo tiene su librillo. Mi reflexión sólo es una opinión y no una crítica. Lo que si tengo claro es que, “si las medidas que adoptemos no dan resultados, que las estrellas se rasquen el bolsillo, ¡Qué esto sí que les duele!
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jueves, 29 de octubre de 2009
Abel y Pellegrini, víctimas de dos sistemas erróneos

En el Atleti, la mala racha de resultados se ha cobrado a la primera víctima: Abel Resino. Quedando claro una vez más que es más fácil cargarse a uno que a 15. Y a Abel muerto, Quique Sánchez-Flores, puesto. No soy un defensor de Abel ni mucho menos, tampoco conozco en profundidad su sistema de juego ni sus conocimientos, pero queda claro que es el eslabón más débil de una cadena más que imperfecta.
En el Madrid, y más tras el Alcorconazo de la Copa, Pellegrini también está en el disparadero. Vuelve a quedar claro que es el eslabón culpable. Ya cuando le contrataron me pareció curioso que no firmase por toda la legislatura de Florentino. Firmó por 2 años, si no recuerdo mal, en lugar de por cuatro. Si era el ‘ingeniero’ ideal, el hombre escogido para dirigir la nueva y multimillonaria nave del reaparecido presidente, ¿por qué no firmó por cuatro años? Queda claro, a mi entender que no gozaba de la máxima confianza ni de un respaldo total. Y en cuanto ha soplado un poco el viento, las críticas han sido (tele) dirigidas hacia el técnico chileno. Tiene toda la pinta de que será la primera manzana en caer. Trabajar sin respaldo mina la moral de uno, fomenta la sensación de debilidad e intineridad y es complicado ejercer cierta autoridad.
En ambos casos, sin ser yo un gran defensor de ninguno de los dos, creo que hay que compartir culpas entre todos y apuntar mucho más arriba.

Mediada la campaña pasada, despiden a Javier Aguirre y el remedio es traer a Abel Resino, "un hombre de la casa" y le garantizan que si es buen bombero, apaga el incendio y deja al equipo en Champions le renuevan una temporada más. Dos errores a mi parecer. ¿Eso de ser de la casa qué es? ¿Son méritos suficientes haber jugado ahí años y años atrás? ¿No habrá cambiado la casa ya en tantos años? La segunda parte (y a mi parecer): la sensación de inteniridad con la que empezó a trabajar Abel era latente, parecía más que claro que en cuanto perdiese 4 partidos seguidos se lo cargaban. Así ha sido. Y ahora, llega otro 'bombero' a intentar poner remedio a una situación mal parida desde el inicio y al que le han dicho que si deja al equipo en Champions, le renovarán.
Según lo veo, en el Atleti lo único que prima es el cortoplacismo. Y elevado a la máxima potencia. Todo esto dentro de un clima de inestabilidad social evidente con la afición protestando a los despachos con manifestaciones de por medido desde el primer dia.

Creo que desde el primer minuto, la llegada de Pellegrini -apuesta de Valdano-hay que cogerla con alfileres por el tiempo que firma, que no es el mismo que la duración supuesta del mandato de Florentino. El chileno se encuentra con un equipo ya confeccionado en el que apenas tiene voz y muy poco voto y se le demandan resultados inmediatos. “Hay que hacer en un año lo que haría que hacer en tres”, dijo Florentino. Viva el cortoplacismo.
En ese ansia resultadista se olvidan valores fundamentales de creación de equipo, se paga a precio de crack el fichaje de promesas (Benzema) descartando otros jugadores muy válidos (Negredo), se descarta inicialmente repescar a unos poniendo su calidad en duda para luego ficharles y venderles como la gran solución (Granero –ojo que no es una crítica al jugador-), y así un sin fín de ejemplos más. Mientras, el gran rival, sigue sacando jugadores de la cantera, les da minutos, juegan y son importantes… aunque el Barça también creo que ha cometido errores y allí no todo es Disneylandia
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viernes, 3 de julio de 2009
El Deporte Español: El Mejor Embajador

Hace unos días, tuve la oportunidad de asistir a la ceremonia de Acreditación de los Embajadores Honorarios de la Marca España, que otorga el Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE), ya en su tercera edición (se otorga cada dos años), a una serie de personas físicas y jurídicas que por actuación y logros son un magnífico escaparate de presentación para nuestro país.
El FMRE es una iniciativa de las marcas líderes de nuestro país que han desarrollado una alianza con las administraciones públicas para potenciar y defender a todas las marcas españolas. Desgraciadamente, a pesar de los grandes avances conseguidos, si una empresa dice que es Alemana, Japonesa, Francesa, Estadounidense, Inglesa o de algunos países más, su prestigio se incrementa, pero si dice ser Española…
Es decir, la marca España no está valorada al nivel que se merece y por lo tanto no ayuda ni a las empresas ni a los profesionales de nuestro país cuando pretenden desarrollar su actividad fuera de nuestras fronteras. La idea del FMRE es muy sencilla, nuestras marcas de prestigio pueden incrementar el prestigio de nuestro país y como consecuencia de ello el de todas nuestras marcas.
Pues bien, aprendamos del deporte.
¿Cuántos millones de personas en el mundo que no conocían nuestro país, o que no le valoraban han modificado su opinión o al menos, han empezado a ubicarnos como país destacado, a causa de nuestros éxitos deportivos?
Sin duda, tendríamos que decir que todo empezó con los éxitos del Real Madrid en la Copa de Europa, más tarde sólo teníamos éxitos aislados, aunque muy importantes, en el mundo del ciclismo, tenis, motociclismo, jockey sobre patines, boxeo, etc. Pero esto empezó a cambiar de forma muy positiva desde las Olimpiadas de Barcelona, con su impresionante éxito de organización, en el que colaboró con entusiasmo todo el país, nos impulsó decididamente prestigiando nuestra imagen y desde entonces en los últimos años, el baloncesto, el fútbol, el tenis el ciclismo, el motociclismo, la fórmula I, el fútbol, el fútbol sala, el balonmano, el waterpolo, el judo y la natación sincronizada entre otros han hecho que España, haya sido el referente que muchos envidiaban sorprendidos por la actuación de sus deportistas.
¿Quién ha contribuido más a la imagen de España que nuestro deporte? ¿Es realmente el deporte un vehículo a través del cual se ayuda a vender la imagen de un país o de una marca?
Rotundamente sí, es una de las plataformas importantes.
Está claro que salvo en países no democráticos, en dónde el deporte, como explica Francisco Alcaide en su espléndido libro Fútbol Fenómeno de Fenómenos, es un instrumento al servicio de los dictadores para intentar lavar su imagen, ante el resto del mundo, en el resto de países democráticos, los éxitos en el mundo del deporte se producen en paralelo con los éxitos en otros campos, como el empresarial, el científico, el del bienestar, en resumen en el del desarrollo.
Deberíamos reflexionar cuáles han sido las causas que nos han llevado a codearnos con los mejores en el mundo del deporte para exportarlos a otras áreas en dónde podemos estar necesitados de mayor acierto.
Nunca nuestro país se siente tan unido como cuando un grupo de muchachos o muchachas están luchando en una final por conseguir un título.
Puede que eso sea de lo más importante a tener en consideración, si fuésemos capaces de luchar juntos, los políticos, los pueblos que… la diversidad de los diferentes territorios que constituyen el Estado Español, los emigrantes venidos desde diferentes continentes y asentados en nuestro país con ilusión por ganarse el derecho a formar parte de nuestra vida juntos, todos juntos nuestro país sería lo que todos creemos y sabemos que puede ser, un país triunfador, dispuesto a contribuir desde Europa en la construcción de un mundo mejor.
Aprendamos del deporte.
PD.: Entre los Embajadores Honorarios de la Marca España del FMRE el 20% son del mundo del deporte.
El FMRE es una iniciativa de las marcas líderes de nuestro país que han desarrollado una alianza con las administraciones públicas para potenciar y defender a todas las marcas españolas. Desgraciadamente, a pesar de los grandes avances conseguidos, si una empresa dice que es Alemana, Japonesa, Francesa, Estadounidense, Inglesa o de algunos países más, su prestigio se incrementa, pero si dice ser Española…
Es decir, la marca España no está valorada al nivel que se merece y por lo tanto no ayuda ni a las empresas ni a los profesionales de nuestro país cuando pretenden desarrollar su actividad fuera de nuestras fronteras. La idea del FMRE es muy sencilla, nuestras marcas de prestigio pueden incrementar el prestigio de nuestro país y como consecuencia de ello el de todas nuestras marcas.
Pues bien, aprendamos del deporte.
¿Cuántos millones de personas en el mundo que no conocían nuestro país, o que no le valoraban han modificado su opinión o al menos, han empezado a ubicarnos como país destacado, a causa de nuestros éxitos deportivos?
Sin duda, tendríamos que decir que todo empezó con los éxitos del Real Madrid en la Copa de Europa, más tarde sólo teníamos éxitos aislados, aunque muy importantes, en el mundo del ciclismo, tenis, motociclismo, jockey sobre patines, boxeo, etc. Pero esto empezó a cambiar de forma muy positiva desde las Olimpiadas de Barcelona, con su impresionante éxito de organización, en el que colaboró con entusiasmo todo el país, nos impulsó decididamente prestigiando nuestra imagen y desde entonces en los últimos años, el baloncesto, el fútbol, el tenis el ciclismo, el motociclismo, la fórmula I, el fútbol, el fútbol sala, el balonmano, el waterpolo, el judo y la natación sincronizada entre otros han hecho que España, haya sido el referente que muchos envidiaban sorprendidos por la actuación de sus deportistas.
¿Quién ha contribuido más a la imagen de España que nuestro deporte? ¿Es realmente el deporte un vehículo a través del cual se ayuda a vender la imagen de un país o de una marca?
Rotundamente sí, es una de las plataformas importantes.
Está claro que salvo en países no democráticos, en dónde el deporte, como explica Francisco Alcaide en su espléndido libro Fútbol Fenómeno de Fenómenos, es un instrumento al servicio de los dictadores para intentar lavar su imagen, ante el resto del mundo, en el resto de países democráticos, los éxitos en el mundo del deporte se producen en paralelo con los éxitos en otros campos, como el empresarial, el científico, el del bienestar, en resumen en el del desarrollo.
Deberíamos reflexionar cuáles han sido las causas que nos han llevado a codearnos con los mejores en el mundo del deporte para exportarlos a otras áreas en dónde podemos estar necesitados de mayor acierto.
Nunca nuestro país se siente tan unido como cuando un grupo de muchachos o muchachas están luchando en una final por conseguir un título.
Puede que eso sea de lo más importante a tener en consideración, si fuésemos capaces de luchar juntos, los políticos, los pueblos que… la diversidad de los diferentes territorios que constituyen el Estado Español, los emigrantes venidos desde diferentes continentes y asentados en nuestro país con ilusión por ganarse el derecho a formar parte de nuestra vida juntos, todos juntos nuestro país sería lo que todos creemos y sabemos que puede ser, un país triunfador, dispuesto a contribuir desde Europa en la construcción de un mundo mejor.
Aprendamos del deporte.
PD.: Entre los Embajadores Honorarios de la Marca España del FMRE el 20% son del mundo del deporte.
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sábado, 20 de junio de 2009
El nuevo Real Madrid
Hoy sábado 20 de junio publico un artículo en el Cinco Días con el título: “El nuevo Real Madrid”, acerca de las últimas decisiones del equipo merengue. Lo dejo a continuación:
No ha habido periódico, deportivo y no deportivo, que durante las últimas semanas no se haya hecho eco, primero, de las elecciones a la presidencia del Real Madrid, y segundo, de los nuevos fichajes de Florentino Pérez. Apuntamos sólo algunas ideas a raíz de todo lo que se ha hablado:
1. Nada es caro o barato en función del coste sino de la rentabilidad. Lo relevante no es el precio sino el beneficio de la operación Si usted paga por algo 100 y genera 150 el negocio es bueno, y si genera 80 se ha equivocado. El problema es que toda inversión se sustenta en unas expectativas que luego se cumplen o no. Y aquí es donde reside el riesgo. A priori, 94 millones de euros no es ni mucho ni poco. La facturación será la que despeje las dudas.
2. Los aficionados –y más los madridistas– viven del romanticismo. El fútbol es ilusión, y los héroes, los ídolos, los cracks, son los que despiertan el suspiro de la gente. El Real Madrid necesita de grandes futbolistas para que su público se emocione de verdad. A los seguidores merengues no les basta con ver ganar a su equipo, quieren que juegue bien y además que las victorias se produzcan gracias a jugadores que parecen venidos de otro planeta. El fútbol no es sólo un deporte, es también un espectáculo como el circo, el teatro o el cine.
3. Una cosa es tener una buena plantilla y otra un buen equipo. Ahí es donde el entrenador (Pellegrini) tiene que demostrar su valía para manejar e integrar gente muy diversa. Lo hemos dicho muchas veces: la mera acumulación de gente, por muy excepcional que sea individualmente, sólo forma un “grupo” no un “equipo”. Humildad, generosidad, complementariedad, unión, entre otros factores, son aspectos clave para construir un conjunto competente. En equipos de alto rendimiento donde convive mucho talento extraordinario, la gestión de egos es una cuestión esencial.
4. El genio, salvo raras excepciones, es desobediente. Se sabe diferente y como tal hace valer su diferencia y negocia habitualmente con ella. Tratar con estrellas no resulta nada sencillo y mucho menos conseguir su integración en el equipo. Debe existir una gran conciencia por parte del resto de miembros para adaptarse a ese “cuerpo extraño” –como diría Valdano– que a menudo trastorna la convivencia.
5. Los éxitos son siempre colectivos. Todos sabemos que a pesar de que muchas veces la cara visible del éxito recae en una persona, en la trastienda de cualquier logro importante hay gente que hace una labor callada, discreta, poca vistosa, pero muy eficaz. No hay que olvidarse de ellos y reconocerles su aportación, sin caer en la tentación de prestar sólo atención a la estrella que más brilla. El reconocimiento es una necesidad universal presente en todo ser humano.
6. Crear un equipo lleva su tiempo máxime cuando todo alrededor es nuevo: directiva, entrenador y jugadores. En el mundo del fútbol, sin embargo, el cortoplacismo es asfixiante y en cuanto el balón no entra, el nerviosismo se apodera de los aficionados. Mantener la cabeza fría a pesar de las críticas y no perder el sentido de la estrategia es esencial hasta que las piezas del puzzle vayan encajando.
7. Los títulos son los que dan o quitan razones. Cualquier juicio que se haga del nuevo equipo directivo del Real Madrid estará en función de los resultados deportivos. En el mundo del fútbol nadie va a la Cibeles a celebrar unos excelentes resultados económicos. Nueve de cada diez personas no saben lo que es el fondo de maniobra, el ROI o el apalancamiento, lo único que les interesa es ver a su equipo levantar trofeos.
8. Los auténticos competidores del Real Madrid están en la Champions League donde los grandes clubes (Manchester, Milán, Inter...) luchan en condiciones similares (presupuestos por encima de los 300 millones de euros). En los últimos años el conjunto merengue no ha pasado de octavos. Si los blancos no hacen un buen papel en esta competición después de los desembolsos que se están realizando, las críticas serán ácidas.
9. El exceso de expectativas nunca es bueno porque entonces el margen de error se reduce. Además, unas expectativas muy altas incrementan la presión que dificulta la gestión. Para trabajar bien hay que tener una cierta tranquilidad que facilita la estabilidad para el buen gobierno.
10. Es cierto que la planificación y el rigor son las mejores armas para competir con éxito, pero en el fútbol hay variables que escapan al control como los errores arbitrales o las lesiones. Compartimos la idea de que la pelota no entra por azar, pero también el azar a veces juega malas pasadas. Como se ha dicho en alguna ocasión, “el balón tiene razones que la razón no entiende”.
11. Atraer y retener talento es importante, pero mucho más es ser capaz de crearlo. Dedicar tiempo y esfuerzo a la cantera, y arriesgar para que salgan jugadores, es rentable económica y deportivamente. Por mucho Cristiano Ronaldo, Kaká o Ribery que se fiche, la identificación, compromiso y orgullo que muestra un jugador de las categorías inferiores (Casillas, Raúl, Iniesta, Xavi...) son imposibles de comprar. Esa identidad hay que preservarla y cultivarla.
En resumen, la nueva junta directiva del Real Madrid tiene por delante un apasionante reto que, sin embargo, no estará exento de momentos complicados. Mucha suerte..
No ha habido periódico, deportivo y no deportivo, que durante las últimas semanas no se haya hecho eco, primero, de las elecciones a la presidencia del Real Madrid, y segundo, de los nuevos fichajes de Florentino Pérez. Apuntamos sólo algunas ideas a raíz de todo lo que se ha hablado:
1. Nada es caro o barato en función del coste sino de la rentabilidad. Lo relevante no es el precio sino el beneficio de la operación Si usted paga por algo 100 y genera 150 el negocio es bueno, y si genera 80 se ha equivocado. El problema es que toda inversión se sustenta en unas expectativas que luego se cumplen o no. Y aquí es donde reside el riesgo. A priori, 94 millones de euros no es ni mucho ni poco. La facturación será la que despeje las dudas.
2. Los aficionados –y más los madridistas– viven del romanticismo. El fútbol es ilusión, y los héroes, los ídolos, los cracks, son los que despiertan el suspiro de la gente. El Real Madrid necesita de grandes futbolistas para que su público se emocione de verdad. A los seguidores merengues no les basta con ver ganar a su equipo, quieren que juegue bien y además que las victorias se produzcan gracias a jugadores que parecen venidos de otro planeta. El fútbol no es sólo un deporte, es también un espectáculo como el circo, el teatro o el cine.
3. Una cosa es tener una buena plantilla y otra un buen equipo. Ahí es donde el entrenador (Pellegrini) tiene que demostrar su valía para manejar e integrar gente muy diversa. Lo hemos dicho muchas veces: la mera acumulación de gente, por muy excepcional que sea individualmente, sólo forma un “grupo” no un “equipo”. Humildad, generosidad, complementariedad, unión, entre otros factores, son aspectos clave para construir un conjunto competente. En equipos de alto rendimiento donde convive mucho talento extraordinario, la gestión de egos es una cuestión esencial.
4. El genio, salvo raras excepciones, es desobediente. Se sabe diferente y como tal hace valer su diferencia y negocia habitualmente con ella. Tratar con estrellas no resulta nada sencillo y mucho menos conseguir su integración en el equipo. Debe existir una gran conciencia por parte del resto de miembros para adaptarse a ese “cuerpo extraño” –como diría Valdano– que a menudo trastorna la convivencia.
5. Los éxitos son siempre colectivos. Todos sabemos que a pesar de que muchas veces la cara visible del éxito recae en una persona, en la trastienda de cualquier logro importante hay gente que hace una labor callada, discreta, poca vistosa, pero muy eficaz. No hay que olvidarse de ellos y reconocerles su aportación, sin caer en la tentación de prestar sólo atención a la estrella que más brilla. El reconocimiento es una necesidad universal presente en todo ser humano.
6. Crear un equipo lleva su tiempo máxime cuando todo alrededor es nuevo: directiva, entrenador y jugadores. En el mundo del fútbol, sin embargo, el cortoplacismo es asfixiante y en cuanto el balón no entra, el nerviosismo se apodera de los aficionados. Mantener la cabeza fría a pesar de las críticas y no perder el sentido de la estrategia es esencial hasta que las piezas del puzzle vayan encajando.
7. Los títulos son los que dan o quitan razones. Cualquier juicio que se haga del nuevo equipo directivo del Real Madrid estará en función de los resultados deportivos. En el mundo del fútbol nadie va a la Cibeles a celebrar unos excelentes resultados económicos. Nueve de cada diez personas no saben lo que es el fondo de maniobra, el ROI o el apalancamiento, lo único que les interesa es ver a su equipo levantar trofeos.
8. Los auténticos competidores del Real Madrid están en la Champions League donde los grandes clubes (Manchester, Milán, Inter...) luchan en condiciones similares (presupuestos por encima de los 300 millones de euros). En los últimos años el conjunto merengue no ha pasado de octavos. Si los blancos no hacen un buen papel en esta competición después de los desembolsos que se están realizando, las críticas serán ácidas.
9. El exceso de expectativas nunca es bueno porque entonces el margen de error se reduce. Además, unas expectativas muy altas incrementan la presión que dificulta la gestión. Para trabajar bien hay que tener una cierta tranquilidad que facilita la estabilidad para el buen gobierno.
10. Es cierto que la planificación y el rigor son las mejores armas para competir con éxito, pero en el fútbol hay variables que escapan al control como los errores arbitrales o las lesiones. Compartimos la idea de que la pelota no entra por azar, pero también el azar a veces juega malas pasadas. Como se ha dicho en alguna ocasión, “el balón tiene razones que la razón no entiende”.
11. Atraer y retener talento es importante, pero mucho más es ser capaz de crearlo. Dedicar tiempo y esfuerzo a la cantera, y arriesgar para que salgan jugadores, es rentable económica y deportivamente. Por mucho Cristiano Ronaldo, Kaká o Ribery que se fiche, la identificación, compromiso y orgullo que muestra un jugador de las categorías inferiores (Casillas, Raúl, Iniesta, Xavi...) son imposibles de comprar. Esa identidad hay que preservarla y cultivarla.
En resumen, la nueva junta directiva del Real Madrid tiene por delante un apasionante reto que, sin embargo, no estará exento de momentos complicados. Mucha suerte..
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jueves, 4 de junio de 2009
Benabeu vs Calderon: Actitudes en tiempos de crisis

El estadio Santiago Bernabéu fue inaugurado el 14 de diciembre de 1947 con una capacidad de 75.145 espectadores, de los cuales 27.645 eran plazas de asiento. En la actualidad con más de 1000 partidos de liga disputados en él, dispone de 80.354 localidades todas de asiento, consiguiendo en 2007 la calificación de Estadio Élite de la UEFA.
El estadio Vicente Calderón fue inaugurado el 2 de octubre de 1966 con una capacidad para 62.000 espectadores sentados, convirtiendo se en el primer estadio de Europa en tener todo su aforo de asiento. En la actualidad tiene una capacidad de 54.851 espectadores y en 2003 consiguió la calificación de Estadio Élite de la UEFA
Dos grandes estadios de dos grandes equipos. Si nos atenemos a sus cifras el Bernabeú gana sobradamente con una capacidad de casi 35.000 espectadores más que el Calderón. Pero las cifras no siempre lo dicen todo.
Temporada 2006/2007 Emerson jugador curtido en mil campos le pide a Capelo no jugar en el Bernabeú que le pita cada vez que toca el balón. Temporada 2008/2009 cada vez que Drenthe salta al campo de juego pitos y risas acompañan al jugador quien juega cada vez más nervioso e intimidado. Temporada 2008/2009 racha de cinco victorias consecutivas y el Bernabeú pita a Marcelo y Heinze cada vez que entran en juego. Muchos son los casos recientes pero esto ha ocurrido históricamente en este campo, los aficionados recuerdan un partido de la antigua Copa de Europa en el que el Real Madrid ganaba 3-1 a un equipo capeón de esta competición y la grada no dejar de pitar a su equipo. Otra circustancia habitual es que apenas 1000 aficionados del equipo contrario hagan más ruido y transmitan más calor a su equipo que 79.000 espectadores blancos.
En este aspecto el Calderón gana por goleada. La afición del Calderón se convierte en el jugador número 12, apoya incondicionalmente a su equipo, empujándole, animándole, o consolándole. Lo hizo en primera y en segunda, lo hace en los partidos importante y en los aburridos. Incluso algunas veces la hinchada colchonera es capaz de cambiar el signo de un partido con sus cánticos y su aliento haciendo ganar partidos en los que el equipo solo no hubiera sido capaz.
Más allá de querer de provocar un derbi dialectico, cosa que no sé si es posible evitar cuando se juntan merengues y colchoneros, me gustaría hacer la reflexión sobre la actitud en las situaciones de crisis como la que estamos atravesando en España.
Ante los problemas podemos optar por dos actitudes la del Bernabéu, quejándonos de todo lo malo que nos ocurre, viendo siempre el lado malo de las situaciones (“Sí ganamos pero no jugamos nada” o “Jugamos muy bonito pero aquí lo que importa es ganar”), criticando a los compañeros (Drenthe, Emerson, etc.) y pitando todas las decisiones con nuestros comportamientos y comentarios. O bien optar por la actitud del Calderón, queriendo ser protagonista, luchando y marcando goles desde nuestra pequeña mesa, poniendo al mal tiempo buen cara, buscando siempre el sumar un granito de arena para salir de la mala racha.
En la situación actual, en las organizaciones necesitamos líderes y profesionales con la actitud de la hinchada rojiblanca que quieran ser parte de la solución y no del problema. ¿Qué hace más daño un jugador que no corre todo lo que puede u ochenta mil personas criticando a su equipo? Necesitamos cambiar la crítica por la autocrítica, la envidia por confianza y la soberbia por humildad, y sólo así tendremos la afición necesaria para hacer de nuestra organización un fortín para la crisis.
El estadio Vicente Calderón fue inaugurado el 2 de octubre de 1966 con una capacidad para 62.000 espectadores sentados, convirtiendo se en el primer estadio de Europa en tener todo su aforo de asiento. En la actualidad tiene una capacidad de 54.851 espectadores y en 2003 consiguió la calificación de Estadio Élite de la UEFA
Dos grandes estadios de dos grandes equipos. Si nos atenemos a sus cifras el Bernabeú gana sobradamente con una capacidad de casi 35.000 espectadores más que el Calderón. Pero las cifras no siempre lo dicen todo.
Temporada 2006/2007 Emerson jugador curtido en mil campos le pide a Capelo no jugar en el Bernabeú que le pita cada vez que toca el balón. Temporada 2008/2009 cada vez que Drenthe salta al campo de juego pitos y risas acompañan al jugador quien juega cada vez más nervioso e intimidado. Temporada 2008/2009 racha de cinco victorias consecutivas y el Bernabeú pita a Marcelo y Heinze cada vez que entran en juego. Muchos son los casos recientes pero esto ha ocurrido históricamente en este campo, los aficionados recuerdan un partido de la antigua Copa de Europa en el que el Real Madrid ganaba 3-1 a un equipo capeón de esta competición y la grada no dejar de pitar a su equipo. Otra circustancia habitual es que apenas 1000 aficionados del equipo contrario hagan más ruido y transmitan más calor a su equipo que 79.000 espectadores blancos.
En este aspecto el Calderón gana por goleada. La afición del Calderón se convierte en el jugador número 12, apoya incondicionalmente a su equipo, empujándole, animándole, o consolándole. Lo hizo en primera y en segunda, lo hace en los partidos importante y en los aburridos. Incluso algunas veces la hinchada colchonera es capaz de cambiar el signo de un partido con sus cánticos y su aliento haciendo ganar partidos en los que el equipo solo no hubiera sido capaz.
Más allá de querer de provocar un derbi dialectico, cosa que no sé si es posible evitar cuando se juntan merengues y colchoneros, me gustaría hacer la reflexión sobre la actitud en las situaciones de crisis como la que estamos atravesando en España.
Ante los problemas podemos optar por dos actitudes la del Bernabéu, quejándonos de todo lo malo que nos ocurre, viendo siempre el lado malo de las situaciones (“Sí ganamos pero no jugamos nada” o “Jugamos muy bonito pero aquí lo que importa es ganar”), criticando a los compañeros (Drenthe, Emerson, etc.) y pitando todas las decisiones con nuestros comportamientos y comentarios. O bien optar por la actitud del Calderón, queriendo ser protagonista, luchando y marcando goles desde nuestra pequeña mesa, poniendo al mal tiempo buen cara, buscando siempre el sumar un granito de arena para salir de la mala racha.
En la situación actual, en las organizaciones necesitamos líderes y profesionales con la actitud de la hinchada rojiblanca que quieran ser parte de la solución y no del problema. ¿Qué hace más daño un jugador que no corre todo lo que puede u ochenta mil personas criticando a su equipo? Necesitamos cambiar la crítica por la autocrítica, la envidia por confianza y la soberbia por humildad, y sólo así tendremos la afición necesaria para hacer de nuestra organización un fortín para la crisis.
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